1. Experimento pervertido Pt.3


    Fecha: 06/08/2024, Categorías: Hetero Incesto Masturbación Autor: Buzuk, Fuente: SexoSinTabues30

    Los lazos con Valentina cada vez eran más estrechos además era una niña muy afectuosa, cuando llegaba de trabajar me recibía con un abrazo y un besito en la mejilla, ese momento me sentía dichoso. El simple hecho de escuchar: “bendición papá o papi” me hacía feliz, el cansancio que sentía parecía esfumarse, pero un día de esos accidentalmente me dio un besito en la boca ya que gire la cara para saludar a su madre y todos nos sorprendimos y comenzamos a reírnos y comento mientras reíamos: “uy, que beso tan rico” sin embargo mi actitud cambió un poco cuando fui a darle el besito a su madre porque en vez de darle un simple pico, le di un beso rápido con lengua mostrándole en primera fila a Valentina de cómo iba un beso. —¡Asco! —, dice Valentina. Y Camila me da un golpecito en el pecho, dándome a entender que no debí hacerlo por el hecho que la niña estaba muy cerca. Tras eso me fui a bañar y me recosté a descansar un poco y las horas pasaron con total tranquilidad, al final de la noche cuando acosté a Valentina le di sus buenas noches y le di un besito en la boca. —Ay, me besaste en la boca—, lo dice con un tierno susurro. —tu empezaste—, y me rio un poco. —no fue mi culpa—. —¿y no te gusta? —. —no se—, mientras recogía sus hombros y mantenía media carita oculta entre sus sabanas. Ami sus expresiones me parecía super tierna, —te quiero mi bebé, que sueñes con los angelitos—. Desde entonces comencé a mantener esa rutina que el besito de buenas noches me lo diese en la boca ...
    ... obviamente alejados de los ojos de su madre. A veces me sentía confundido con respecto a lo que hacía porque sentía un gran aprecio por esa niña, quería que tuviese un gran futuro o sea lo típico qué pensaría un padre a pesar de que no fuera mi hija biológica, pero a su vez había momentos que mientras lo hacía con su madre me imaginaba que tipo de cosas podría hacer con valentina y ese tipo de imaginaciones perversas eran como viagra ya que dejaba completamente noqueada a Camila.
    
    Por ende, ese tipo de momentos que tenía con su madre hacía que continuara mi plan de moldear a Valentina y también me daba curiosidad que tipo de persona resultaría con ese tipo de crianza. Porque la manera en la que la corrompía no siempre era directa, el solo hecho de que me viera besando apasionadamente a su madre era suficiente para que su inocente mentecita hiciera el resto del trabajo y dada la confianza que teníamos me terminaba preguntando por las cosas que no sabía. Cuando me preguntó del porque nos besábamos aside ese modo, mi respuesta era prácticamente la de siempre ya que le respondía que era como lo hacía el gante grande. —¿pero no da asco?, la hermana de Paola (vecina de la misma edad) también se besa así con su novio —. —cierra los ojos—. —¿para qué? —, pregunta ella. —para qué veas que se siente —. Ella se reía —ay no se—, pero yo le insistía entre juegos hasta que la tenía tumbada en su cama y por fin cerró sus ojos para mí por lo que empecé a hablar con un tono suave y dulce ...
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