Mi historia con mi prima - Relatos Eróticos

Mi historia con mi prima

... vez. Toque, masajee y palme su culo e incluso meti mi mano debajo de su short para poder tocar mejor. Esta vez con todo lo que había visto en Internet decidí tocar otras partes, así que fui y toque sus tetas. Como Ah tenia 12 años no estaba muy desarrollada, pero aun así masajee el pecho y toque y jugué con sus pezones que se pusieron duritos de tanto tacto y retorcerse un poco. Traté esta vez de tocar su vagina nuevamente pero no conseguí más que tocarla por encima de la ropa. Aunque esta vez no me detuvo ella llegó su madre para avisarle de que suba a su cuarto.

La ulima experiencia fue un año después cuando eran vacaciones mis padres, mi hermano, 3 primos (incluyendo Ah) y yo fuimos a una pequeña cabaña con piscina. Esto ocurrió en la primera noche cuando mis primos y yo decidimos juntar las dos camas y dormir 2 personas en cada una (mi hermano se durmió en el sofá que tenia la cabaña por decisión propia). Me acosté y me quedé dormido hasta que desperté por algo de las 3 am. Me sorprendió que Ah estaba acostada dándome la espalda cuando estábamos durmiendo ambos en las esquinas de las dos camas. Pero como aún era un puberto caliente no me importo y decidí tocar a Ah una vez más. Empecé ...

... con lo mismo otra vez de tocar poco a poco su culo, pero me sorprendi cuando me di cuenta que estaba despierta y mas aún cuando ella me puso su culo (que había crecido mucho) a la altura de la cara. No se si fue por gusto o porque no quería que le toque las tetas, pero aproveche e hice lo que quise con su culo. Lo toque, masajeé y palmeé. Frote mi dedo por encima de su vagina, trate de meter mis dedos en su ano por encima de la ropa, llegué hasta a lamer su culo, intenté bajar su pantalón pero como era apretado y no quería despertar a nadie más decidí tocar lo poco que llegaba mi mano en su culo. Llegué a tocarla hasta que salió el sol y mis papás entraron a levantarnos. Me puso nervioso cuando mi prima me dijo que no dejaba de moverme y me miro cuando mi mamá le preguntó cómo durmio, decidí no responder nada.

De ahí en adelante no tuve ningún momento más con ella, pero siempre pienso en todo lo que hice y al día de hoy me arrepiento de haber hecho todo eso. Pero siempre hay días que recuerdo eso con morbosidad y me gustaría volver a repetirlo ahora que tiene un cuerpo más voluptuoso. Me siento culpable de lo que he hecho pero debo aprender a vivir con este peso del que son mis acciones.