Mi cuñada Rocío II - Relatos Eróticos

Mi cuñada Rocío II

Después de follarme a mi cuñada, ella le cuenta a su marido lo nuestro, él es 10 años mayor que ella, tiene 63, y además de no llamarle la atención el sexo de joven, ahora mucho menos...

Me enteré también por Rocio, que ella le había dicho de hace tiempo que yo le ponía cachonda, y que de las pocas veces que follaban, ella imaginaba que era yo. El caso, que cuando le dijo que habíamos follado, a él no le importó para nada, es más, le animó a que siguiesemos haciéndolo más a menudo, ya que él ni empalmaba ya y Rocio aún necesitaba macho.

Él me dijo que estaba al tanto de que me follé a su mujer, y me dijo que adelante, que cuando quisiéramos podríamos quedar para follar, era un peso que se quitaba de encima.

Un sábado que él fue al pueblo, ya quedamos el viernes para que pasase el sábado entero con mi cuñada, vino temprano a mi casa, sobre las 6:30 de la mañana, a darme la llave de su casa y que entrase sin que ella lo supiese, y darle una sorpresa, y así hicimos...

Entré sin hacer ruido, y allí estaba mi cuñada en su cama, durmiendo plácidamente, me saqué la polla, y se la pasé despacito por esos labios gordos que tiene, se lo pasaba muy despacio para que no despertase, la tenía durisima viendo que se la refregaba por la boca y ella no reaccionaba, hasta que despertó sobresaltada y un poco descolocada por la situación.

Ya despierta y explicándole lo que sucedió, ...

... comenzó a chuparmela pasándome la lengua por la cabeza de mi polla, y así siguió un buen rato, hasta que me corrí en su boca, la verdad que desayunó bastante leche caliente.

Me metí en la cama y ya desnudos, no paramos de tocarnos y acariciarnos, me bajé entre las sábanas y comencé a comerle el coño, lo tenía mojadisimo, me atrapaba con sus muslos y así seguí hasta que la hice correr.

Me puse encima de ella y se la metí hasta el fondo, mientras le acariciaba las tetas y le chupaba los pezones, como dije en el anterior relato, tiene un coñito muy estrecho y cerrado, y eso hizo que me corriese pronto, dentro de ella, me recreo viendo como mi leche le salía por su coñito hambriento.

Nos quedamos dormidos un rato, cuando desperté,sobre la 1 de mediodía, ella tenía una mano en mi polla, y me volví a empalmar, ella se despertó también, y se puso de lado, le dije que le iba a follar el culo, y aunque ella no quiso, fui a cojer jabón para que no fuese tan doloroso, empecé a estimularle el agujero del culo con mi dedo bien empapado de jabón, y entraba y salía fácil, si su coño ya es estrecho imagínense el culito...

Le metí la cabeza lentamente, y la sacaba, así varias veces, hasta que la clavé entera, ella chillaba de placer y dolor a la vez, y eso que se la metía muy despacio, así hasta que me corrí, tenía el agujero muy abierto y rojo de las embestidas que le había dado.