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Me encanta tener una esposa tan caliente
Fecha: 28/08/2024, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Se acercó con movimientos suaves. Con las yemas de sus dedos comenzó a acariciar mi pene que se ponía cada vez más duro. Su rostro reflejaba una mezcla de ternura y admiración mientras contemplaba la belleza de mi miembro erguido. Se detuvo un instante para contemplarlo con atención y en sus ojos se veía una profunda emoción. Mientras me seguía acariciando, haciendo el típico movimiento de sube y baja Sacó uno de sus pechos gigantes y lo puso en mi boca, mientras me acariciaba la frente. Luego me pajeó cada vez más rápido hasta que antes de acabar colocó su boca en mi miembro para que acabe allí. Y mientras yo explotaba de sexo y de amor ella me miró a los ojos y tragó toda mi leche. Nunca me había imaginado eso ni siquiera remotamente. Su imagen con las dos tetazas afuera, su boca llena de mi poja , era hermosa. A partir de ese momento todos los días al volver del trabajo ella hacía eso. Cada vez había algo diferente. Una vez por ejemplo ella tenía una pollera sin nada abajo. Comenzó a masturbarme y puso su pierna sobre la mía, ella acostada a mi lado, como siempre. Su pollera se levantó y esa escena me volvió loco. También me hizo una paja, primero agarrando mis bolas que son bastante grandes y yo mantengo depiladas. Luego comenzó el sube y baja y me dijo que había visto a las chicas que seguía en Instagram y que le parecían muy lindas. Eso me hizo explotar de leche en su mano. Que me hablara tan libremente de otras mujeres me enloqueció. Yo tenía una cuenta oculta ...
... de Instagram donde seguía a mujeres tetonas y ella siempre lo supo y con una dulzura tremenda nunca me dijo nada. Al otro día se repitió lo mismo. Su atuendo era también una pollera larga, sin nada abajo y también sin corpiño. Sacó una de sus tetas y la puso en mi boca mientras me decía cosas como "mi niño" o "mi bebito" y me daba la teta. "Toma la teta de mami mi bebé". Cada día ella era más sumisa a mi placer, que parecía que era lo único que le importaba. Y cada día me hablaba más como bebota. Cada vez se ponía más y más puta hasta que comenzó a darme mucho morbo su carácter de sumisa. Yo ni sabía que era eso. Tan es así que un sábado por la tarde, luego de ir a hacer compras al supermercado, al llegar me senté en el sillón y le pedí que me sacara las zapatillas. Lo hizo. Le pedí que se se levantara la remera y se sacara el corpiño y deje sus tetas afuera, lo hizo. Le dije "ahora puta, chupale la pija a tu marido, y mirame a los ojos" y se arrodillo y así lo hizo. Luego de acabar nos abrazamos mucho. Ella me dijo que le encantaba esta nueva relación y que había leído mucho. Se llama sumisión. Le dije que la amaba e hicimos el amor. Me gustaba cogerla con las piernas bien a abiertas mientras le digo cosas dulces y sucias a la vez. "mica te amo y me encanta que seas mi puta, sos muy trola sabes?" y ella responde: "si papito, cogeme cuando quieras". Cosas así. Al otro día estuve en la oficina todo el día caliente esperando volver a casa. Apenas llegué le saque el ...