Abusando de mi tierna prima #1 - Relatos Eróticos

Abusando de mi tierna prima #1

... a la sala, ya estado ahí recordé lo que había pasado en la alberca e intenté tocarle las piernas aprovechando que traía una falda y estaba descalza.

Esta vez con más temor toque su pierna y la apreté para sentir todo, ella no dijo nada ni intentó quitarse, después toque sus piecitos, así estuve como unos 3 minutos cuando ella me dice: “Vamos a jugar allá arriba”.

Rápido capté, le dije que si, así podía seguir tocándola y tal vez pasaba algo más.

Ya arriba estando solos no aguante y la tome de la cadera y la senté a la fuerza en mis piernas algo así como la posición vaquera, nos quedamos mirando a los ojos y ella solo me sonrió y se puso rojita, yo le toca sus piernas y pies mientras pasaba todo eso.

Ella se levanto y empezó a traerme juguetes, yo bien caliente empecé a jugar con sus pies y de nuevo la senté en mis piernas a la fuerza pero esta vez le chupe un dedo del pie, ella como si nada solo se reía. En un momento de desesperación por besarla la tome de cabeza y la pegue a la mía para comérmela a besos… pero supe que era mejor solo meterle la idea de un beso para que ella después quisiera hacerlo, así ya sería algo mutuo.

Otra vez quedamos en esa posición de vaquero, yo no dejaba de tocar sus pies y piernas, son tan suaves y frágiles que no pude resistirme.

Ella por jugar se hizo hacia ...

... atrás dejando a la vista sus calzoncitos blancos, el alcohol me dio valor y le hice un lado su calzoncito y vi una vagina rosita y visiblemente cerrada y tierna.

Ahí fue donde dije que estaba haciendo, me sentí mal, me llegó la culpa… pero segundos después me dice mi prima: “Hoy voy a dormir contigo”… ahí supe que ella quería seguir haciéndolo, soy un depravado pero no un violador.

A la mañana siguiente siguieron los juegos, yo estaba acostado, ella sentada a lado de mi, mientras yo le acariciaba sus pies yo tomé su manita y la puse sobre mi pantalón justo en mi pene. Ella no dijo nada, solo se quedó quieta sintiendo mi fuerte erección.

Mientras yo le sobaba su vaginita y todo lo tuviera a mi alcance.

Me senté en la cama y ella sola se me sentó en las piernas, se me queda viendo a mis labios cuando me dijo: “te puedo dar un beso?” Yo sentí escalofríos porque mi plan había resultado.

Pero no lo hice por miedo, le dije que si pero luego, solo le daba besitos en sus cachetes y rosaba mis labios cerca de su boca.

Me excita tanto su inocencia, aunque se que estaba sintiendo rico cuando le toco su colita y le doy besitos.

Me estoy mentalizando y la verdad me la quiero cojer, quiero hacer algo más con ella.

Esperen pronto una actualización de este relato, tengan paciencia. Esto apenas comienza.