Mi primera vez mojándole toda la cara.
Fecha: 22/03/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: loca_ordinaria, Fuente: RelatosEróticos
Llevábamos unos meses cogiendo, yo salía con otros pero siempre me gustaba buscarle cuando quería hacer y deshacer a mi voluntad. El era muy flexible y parecía que le excitaba cumplir mis caprichos, fantasías y locuras a la hora de coger. La noche que descubrí sus intenciones yo iba con pleno interés de permitirle a él, hacer de mí, lo que quisiera. Eran meses de complacerme y pensaba en que sería lindo complacerlo a él. Un intercambio de roles, me excitaba pensar qué cosas podían pasar por la mente de ese hombre con el que cogía delicioso pero hablaba muy poco. Nos encontramos a las afueras del nuevo lugar de moda, yo odiaba esos sitios porque se llenaban de gente, la música era muy fuerte y no sentía disfrutar la noche, sin embargo el sonaba muy emocionado de ir y yo accedí. El llevaba unos pantalones de mezclilla bastante ajustados, es lo primero que noté cuando nos encontramos. No sabía que decir o de qué hablar porque siempre nos veíamos para ir a moteles, su casa, alguna vez mi apartamento, sin hablar, sólo disfrutar. Yo llevaba un vestido negro bastante corto, pantimedias con liga en el muslo y mis botas favoritas. Nos saludamos de manera muy torpe, podría decir que chocamos nuestras narices, yo pensé en besarlo quedito en la boca pero resultó un beso de mejilla, nos miramos sonrojados y reímos. Puso su mano en mi espalda y me guíaba por el lugar, reservó una mesa que estaba en una terraza, parecía solo y comencé a imaginar, pensé que no se llenaría y podríamos coger ...
... sobre la mesa sin mirones. Durante un rato platicamos de cosas tontas, en algún momento me dijo que me veía muy linda y me pareció tierno, sin embargo no quería ternura sino sexo. Sonreí brevemente. Al paso del tiempo la terraza comenzó a llenarse, era una locura, gente hablando muy fuerte, la música a todo volúmen y mucho alcohol. El notó que no me sentía cómoda y me preguntó que si quería irme, respondí que quizá en un rato, el acarició mi pierna sobre el vestido buscando tranquilizarme, yo me había tomado un par de tragos, así que decidí tomarme un break yendo al baño, cuando me levanté y dije -regreso- el también se levantó y se ofreció a acompañarme. No sé si era yo, mi calentura y mis ganas de coger, pero cada cosa que él hacía me parecía una insinuación y me ponía verdaderamente caliente. Caminamos hacia el baño, el con su mano en mi espalda, la cual tome y rodeé mi cintura, acercándolo más a mi. Me miró y sonrió, me acerqué y lo besé, el me soltó para tomarme la cara pero yo llevé una de sus manos hasta el borde de mi vestido y por debajo hacia mis nalgas. Quería que sintiera mi cuerpo caliente, mis ganas. Después del beso seguimos al baño, me pareció muy alejado pero fue mejor porque no había una fila interminable de chicas. Entré al baño y estaba vacío, volteé para decirle, -ahora vengo- y le guiñé el ojo, en ese momento el sostuvo la puerta y entró detrás de mi. Cerró la puerta con seguro. Yo esperaba ansiosa las órdenes. Me dijo, -entra al baño, desde aquí te veo- ...