LA MUJER, CUERNOS CORNUDOS Y CORNEADORES
Fecha: 20/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
María caminaba inmersa en sus pensamientos, sin mirar a la gente con la cual se cruzaba, hacía más de dos años que su marido se lo había planteado, pero los últimos cuatro meses la presión sobre ella había sido enorme, quería que otro hombre la poseyera, que fuera ante él, en una palabra que la follara ante él. María tiene ya 46 años, mira hacia atrás, no, su vida sexual no a sido una vida rica, comenzó a salir con su marido con 16 años, una niña, era otra época en España, más en un pueblo, con 19 años, lo hizo por primera vez con él, si hubo veces que llegó al orgasmo las más no, pero no se quejaba, con 21 años se casó, tuvo dos niñas, su vida y un marido al cual siempre habia querido con sus defectos y virtudes, pero que cada vez fue más espaciada su vida sexual como decaída, pero sabía vivir así, los últimos años, sentía más placer con la masturbación, si la hacía de tarde en tarde pero le bastaba, como perdonaba a su marido que más asiduamente fuera incapaz de siquiera endurecer su miembro ante ella. Ahora, con sus hijas enmancipadas, con más tiempo a solas, los dos, conociendo la vida que llevaba sus hijas como sus pensamientos si a pesar de sentirse joven aún, el mundo habia cambiado tan rapidamente ante sus ojos que ya no lo comprendía o ¿quizas era ella, la equivocada' Su marido ya estaba en casa cuando llegó, lo conocía demasiado bien, sabía que de nuevo, volvería al tema, entró en el baño se duchó, él le preparó la merienda, ella se vistió comodamente, hablaron de ...
... como habia ido el día y efectivamente, su marido volvio a la carga sobre el monotema, solo que volvió a sorprenderla aún mas, le preguntó si se lo habia pensado, para rápidamente decirle. - Lo he conocido hoy, he hablado con él parece una buena persona, me gusta mucho. María no sabía que contestarle, le parecía mentira que estuviese su marido hablando de lo que estaba hablando, simplemente no contesto no sabía que decir, solo eso, pero él prosiguió - Solo es decidirte, no es tan malo, los dos estamos de acuerdo ¿no?, entonces, no hacemos mal a nadie, ni me importa que hacen los demas en su cama para que le importen lo que hacemos nosotros en la nuestra, es vivir algo nuevo, distinto, si no nos gusta pues, no lo volvemos a hacer. María por fin contesto, aunque no lo que él deseaba, solo incluso para ella le pareció una excusa, intentar de forma vana que su marido se olvidara de aquello, ella en realidad no sabía que sentía con lo que le propinia si miedo vergüenza su educación simplemente no lo sabía y buscaba la seguridad de lo cotidiano de lo establecido día a día nada de sobresaltos. - Yo no sería capaz de acostarme con alguien que no conozco, ir y meterme en una cama con él, no sentiría nada. Alberto, su marido, agil de mente le contestó a ello como el rayo - Puedes ir conociendolo poco a poco quedamos con él como amigo y me puedes ir dando tu opinión, María creía vivir solo un dia repetido una y otra vez, durante meses, siempre la misma conversación, esta vez, le dijo que ...