Mi tesoro
Fecha: 22/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Aquella tarde nunca hubiera pensado lo que iba a suceder unas horas despues. Lunes, alrededor de las 7, me encontraba tumbado en mi mullido sofá, pensando en la dificultad que me habia acarreado el curso de ese año (Habia terminado COU, y poco a poco me empezaba a gustar el estudio de una manera formal). Los minutos parecian enormes tiempos de espera, como los que parece que ocurren en los descansos de los cines. Continue pensando en el magnifico fin de semana que habia pasado. Una imagen era comun, y me venia a la cabeza recordando aquellos tres dias pasados : Selin. 4 fines de semana habian pasado desde que la vi por primera vez en uno de los pubs que soliamos frecuentar. Recuerdo la primera vez que me fije en aquella musa, no fue un gran impacto, ni nada asi, simplemente me parecio una cara simpatica, alegre, y gracil. El tiempo fue pasando, y mi atencion 'in crescendo', al segundo o tercer fin de semana, me encontraba completamente colgado por ella. Su mas de metro y setenta de estatura, su maravilloso cuerpo, delgado en forma, con esas curvas pronunciadas que solo algunas niñas logran conseguir, hacian de Seline un maravilloso conjunto una autentica Lolita por la que en poco tiempo perderia la cabeza. Fue el fin de semana pasado, cuando por fin logre que un amigo discretamente me la presentara. Nuestras miradas se habian cruzado cientos de veces, pero ninguno de los dos nos habiamos atrevido a decir nada. Sus brillantes ojos canela lucian como estrellas en su infantil ...
... cara de niña timida asustada. Sus perfectos rasgos faciales, habian sido contemplados por mi una y mil veces, y su imagen me evocaba recuerdos de placer y añoranza. Aquella presentacion anunciada, nos llevo a un estado de conexion magis- tral, hablamos durante horas, olvide a mis amigos, olvide el lugar en el que me encontraba, y olvide tambien cualquier otro asunto que no fuera el movimiento hipnotico de sus labios, donde yo tenia puesta todo mi atencion. Selin parecia disfrutar con mis miradas, y continuamos charlando hasta que llego la hora de volver a su casa. Habia sido una tarde encomiable, aun sin haber hecho ningun avance sexualmente hablando, mi pasion por esa niña comenzaba a desbordarme. La despedida no fue triste, pues apenas nos conociamos, pero nos recordamos mutuamente el volver a vernos al proximo fin de semana y proseguir nuestra particular charla. Eso me producia una sensacion extraña, que culminaba con el ansia de llegar al proximo Viernes. Retorne a la realidad, mi posicion en el sofá habia variado ligeramente y nada parecia haber cambiado desde que me habia puesto a pensar. Me incor- pore, y fui a buscar un vaso de zumo de naraja, pues en esa epoca, el calor era impresionante, y el zumo, era una de las bebidas que mi paladar preferia. Eran ya cerca de las ocho, y el telefono comenzo a martillear mis oidos 1,2,3,4 rings ..... por fin alcance a descolgar el auricular. Respondi con un : "¿Diga?" ...... y alguien en el otro lado me contesto "¡Hola! ... ¿Esta ...