Soy novata 11 - Relatos Eróticos

Soy novata 11

... estómago.

-Y ahora viene cuando te hago madre.

Nos callamos. Al estar quieto, sin moverme, pude sentir como salía el semen. Yo seguía clavado en ella. Le daba alguna pequeña sentadita, queriendo entrar más. Qué puto gustazo. Rosa estaba llorando.

-Qué maravilla... He notado como... Diosssssss que buenooooooo

-Oye…¿me salgo?

-Déjala un ratito más…estoy llorando del gusto. Voy a ser mamá.

-Vamos a ser papá y mamá…guárdame el secreto.

-Qué dulce eres…Oye…¿Sigue tiesa?

-Parece que sí…¿a ver?

Y la saqué un poco. La volví a meter hasta el fondo. Le bajé las piernas a Rosa, pero continué dentro y volví a bombear con fuerza.

-¿Qué me haces? Me muero.

Y Rosa se desconectó. Como me pasó con Rita meses atrás.

Salí a buscar agua y un paño húmedo. Se lo puse en la frente. Le tomé el pulso…ahí seguía, a su ritmo. Su coño soltaba todo el semen que acababa de meterle. Ella balbuceaba. Le mojé los labios y le di la vuelta al paño. Volví a la cocina a por otro, también húmedo, pero ahora con agua fría.

Y Rosa abrió los ojos. Volvió a llorar. Me tumbé a su lado y me abracé a ella. La besé y la acaricié.

-¿Mejor?

-¿Qué me ha pasado?

-Te di burundanga y un equipo de rugby te estuvo follando toda la noche.

-¡Qué idiota eres! La cama está empapada.

-Lo siento mami.

-Ay…me llamaste mami. ¡Qué dulce! ¿Un vinito y algo de jamón para papá?

-¿Del bueno?

-Del super.

Y Rosa se levantó con la intención de ir a la cocina. Pero ...

... claro.

-Ay, ay, ay que guarrada…estoy chorreando semen.

-Yo tengo depósitos, tú no, así que se te cae al suelo.

-Acompáñame a la ducha, cochino. Y deja de reírte de mí.

.

.

-Mmmmmm que ducha relajante, mami.

-¡Qué caliente me pones cuando me llamas mami!

-Pues no te esmeres mucho en limpiarte el semen que te queda dentro, que te empotro en la ducha.

-Mi coño es tuyo.

La puse de cara a la pared, se la apunté y empecé a taladrarla. Esa madurita me dejó con ganas de darle más polla.

Tardé un poquito más en correrme de nuevo. A ella le dio para dos orgasmos. En el último, nos corrimos juntos, a gritos.

-Siiiii mamá, toma tu leche rica y dame un bebé.

-Ya papá, ya…me corrooooooooooooooo.

-Toma leche mami, toda dentro, directa a los ovarios, a llenarlos.

Mientras la cogía de las tetas y la empotraba sin piedad.

Le fallaron las piernas. Estaba agotada. Pero aun de rodillas en la ducha me la mamó hasta dejarla reluciente.

Por el desagüe se veía como llegaban pequeñitos ríos de semen que salían de su coño.

La ayudé a levantarse, la sequé y le puse un albornoz. Yo salí con la toalla enrollada en la cintura.

Comimos y bebimos algo.

-¿Qué miras mami?

-Miro al marido de mi hija, que es el hijo de puta más dulce del mundo.

-¿Eres consciente de que ahora dormiremos juntos los dos solos?

-Cierto, no había caído. Solos, sin mi hija.

-Seguro que Rita está rabiando de celos. Sabe lo que estamos haciendo. Pero cede porque sabe que no ...