Su quinta sobrina - Relatos Eróticos

Su quinta sobrina

Luís, el protagonista de varios de mis relatos, consigue follarse a su sobrina Sole y con esta ya son CINCO sobrinas las que se ha cepillado, es todo un crack.

Yo empecé a hablar con esta sobrina hace tiempo, a instancias de Luis, para ver su predisposición a tener sexo con el.

Ella se enfadó mucho y yo la dejé, dándola por imposible.

Pero resulta que para mi sorpresa, retomó el contacto conmigo, creo que en plan vacile, porque Luís aun no me había contado su aventura con ella.

Con 36 años, casada y con tres hijos, está buenisima, como todas sus primas, debe ser algo genético lo de esta familia, porque todas las mujeres de la segunda generación, que están entre los 35 y los 45 años, están buenísimas y son muy calientes.

Bueno, volviendo al caso que nos ocupa, pues lo que os estaba contando, que Sole se pone de nuevo en contacto conmigo en plan supermamá y fiel esposa y resulta que por otra parte recibo un correo de Luís, contandome que ¡Por fin! había conseguido cepillarsela... ¿Os lo podéis creer?

Se conoce que lo que ella quería saber era si Luis me lo había contado... Jajaja

Paso a compartir con vosotros el correo que me envió ayer Luís.

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Hola Tomas ¿Como sigues, amigo?

Te cuento que por fin cayó mi sobrina Sole.

Después de muchos intercambios de chat y mensajes en el celular, ella accedió a una invitación a almorzar.

Ya que su trabajo es independiente, salimos un dia martes.

Habíamos quedado en ...

... encontrarnos en un centro comercial que está en la parte norte de la ciudad, bastante alejado de donde ambos vivimos.

La excusa fue que había un restaurante muy bueno en comidas y quería que fuéramos ahí.

Ella al comienzo le pareció raro pero al final accedió.

Bendito clima que está haciendo aquí, pues hace demasiado calor y no recomiendan estar mucho tiempo expuesto al sol, así que llegamos al centro comercial, almorzamos todo bien, la comida muy rica y la conversacion también.

Luego de la comida le dije si podíamos pedir un trago frío para poder pasar la comida y me aceptó.

Pedimos cada unos un par de tragos y la conversación estuvo más amena.

Al terminar pues pagué la cuenta y le dije si quería comer algo más como un helado o tomar algo frío ya que hace demasiado calor y seguro por el tema del trago me dijo que mejor tomemos unas cervezas bien heladas.

Para mi estaba bien esa propuesta así que fuimos al supermercado y compramos dos paquetes de cervezas (6 botellas cada paquete) y escogí las más heladas que tenían, pagué y saliendo del supermercado le dije:

- ¿Y ahora a donde vamos porque aquí no nos van a dejar tomar y se pueden calentar rápido las cervezas?

Ella la noté que sonrió y me dijo:

- Pues no sé tio donde podríamos ir, ya que por aquí no conozco nada.

Me atreví a ir algo más y le dije que yo tampoco conocía y que mejor si le parece vamos con el auto por ahí a buscar algún sitio, quizás un restaurant o un pub donde poder entrar y me dijo que ...