1. UNA NOCHE DE FIESTA CON MI HERMANA SEGUNDA PARTE


    Fecha: 02/10/2024, Categorías: Incesto Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos

    Continuación...
    
    ¡Me estaba follando a mi hermana!
    
    A la hermana con la que había crecido. Con la que tan buenos momentos de charlas, juegos y confidencias había compartido. La que realmente era mi mejor amiga. ¡Estaba follando con ella!
    
    Nos quedamos unos instantes quietos, sin movernos ni hacer nada. Después ella acercó su cara a la mía y volvimos a besarnos, tal y como habíamos hecho hasta ese momento, todo parecía estar igual que hasta hacía unos segundos, salvo por la presión que sentía en mi pene y el pensamiento que no dejaba de recorrer mi mente y que no dejaba de repetirme que estaba penetrando a mi hermana, que tenía mi pene introducido dentro de su cuerpo... Creo que nos quedamos quietos porque ninguno de los dos sabía como reaccionar, o no nos atrevíamos a hacerlo, pero finalmente empezamos a movernos un poco. No soy capaz de recordar si empecé yo moviendo el pubis hacia arriba para que el cuerpo de mi hermana subiera o bajara, o fue ella la que empezó a mover la cintura adelante y atrás. Fuera quién fuera el que empezó, el otro reaccionó al momento, así que no sé quien fue el primero, ni importa en absoluto. Poco a poco fuimos acelerando los movimientos; yo sujeté el culo de Miriam con las manos, y a la vez que se lo acariciaba acompañaba sus movimientos de cintura, ora empujando su culito en dirección a mí, ora tirándolo hacia atrás, ora moviéndolo en círculos.
    
    Ahora sí que mi hermana y yo estábamos follando con todas las de la ley... Seguía ...
    ... escuchando una voz dentro de mi cabeza que se alarmaba porque me estaba follando a mi hermana, pero a medida que nuestros cuerpos unidos se movían, esta voz cada vez lo decía con menos alerta y con más morbo por lo que estaba haciendo... Ambos gemíamos y nos besábamos frenéticamente, lamiendo y mordisqueándonos los labios, metiendo la lengua en la boca del otro, uniendo ambas lenguas, excepto en un instante en que separé mis labios de los de Miriam y colocándolos sobre su mejilla se la besé en varios puntos, cada vez más hacia el lateral de su cara, hasta acabar besándole la oreja, con la cara enterrada entre su pelo. Luego Miriam hizo lo propio, besándome también y lamiéndome la mejilla en dirección a mi oreja, y cuando llegó a ella se dedicó a recorrerla con la punta de la lengua. Conozco muy bien el olor que desprende mi hermana, es una mezcla del gel de ducha, champú y perfume que usa, es un olor muy particular suyo que reconozco desde hace años, un olor que desprende ella, su ropa e incluso su habitación, es agradable pero hasta el momento no era más que eso. Pero en ese momento, teniendo su cuerpo pegado al mío más tiempo de lo que lo había tenido nunca, con su pelo cubriéndome la cara, ese olor me envolvía de una forma más intensa como nunca anteriormente, y además de gustarme por primera vez me estaba resultando cada vez más excitante sexualmente. En combinación con la presión de la vagina contra mi pene, el tacto y el calor del cuerpo de mi hermana contra el mío y su culito ...
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