1. Apuesta infiel.


    Fecha: 02/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Gladys mi esposa tiene 35 años. Profesora de educación física. Dos veces a la semana concurre a jugar a las cartas a la casa de su amiga Jessi, policía, separada sin hijos, sensual con sus 28 años. Eran las 21.00 del viernes, ellas no trabajan los fines de semana, por ende se juntaron con dos amigos: Pablo y Hernán de 22 y 40 años respectivamente. Al llegar Hernán saludó a mi mujer con un beso casi en la comisura de los labios, a abrazó tocando sus nalgas, dándose cuenta que ella Lucia una fina tanga y que se había estremecido con el contacto. Mujeres contra varones, juego simple con cartas españolas. Acordaron una prenda. Besos eróticos sobre las prendas. A elegir por el ganador. Serían superficiales en labios, pecho o zona pubiana. Primer partida: Ganan las damas, ambas dan un suave beso en los labios a los perdedores. En la segunda, ganan los varones. Hernan elige besar el pubis de mi mujer por sobre la vestimenta. Gladys Lucía una pollera mini, muy pegada al cuerpo y una diminuta y desafiante tanga. Ella -supuestamente por pudor- se traslada al livig contiguo para recibir el beso superficial. Hernan de sienta en el sofá, toma a mi mujer por la cintura, la acerca, abrazando su cola. Experimentado, sintiendo su temblor, la besa sobre la pollera, ella gime, estremece, sube la pollera, corre la tanga y clava su lengua en el mojado coño de mi mujer, ella no se opone, el la ...
    ... seduce, la acuesta en el sofá, le quita la tanga y siente que ella se estremece, ofrece todo su coño, temblando se corre en su boca. Ya la tenía, no la dejaría escapar, mientras la estremecía con su lengua, se quitó pantalón y boxer, se subió al sofá, fregó su tremendo pene erecto en el coño de Gladys , ella era estrecha, sintió que el pene grueso y largo buscaba penetrar. Ella intentaba que no la penetra, Hernán estaba demasiado exitado para frenar su deseo de poseerla y ella estaba muy lubricada, el fue fregando y empujando su pene, ella sentía que su vagina resistía, Hernán la puso patitas al hombro, la acomodó, dió varios empujones cortos y el grito seguido de llanto confirmo una penetración muy profunda, su amiga apareció corriendo al escuchar el grito, ahora transformado en gemidos y jadeo. Pregunto si la estaban lastimando a la fuerza, mi mujer le respondió, no, le pague el beso, me sedujo y ahora lo tengo todo dentro mio. Gruesa y de 22 centímetros dentro de mi Gladys, estrecha e inocente. No hubo más juego, Hernán la tomo como su trofeo y la hizo suya hasta la madrugada. Tres veces le derramó su líquido muy adentro. Está confesión me la hizo mi mujer, mientras hacíamos el amor, al recordar aquella penetración, ella tuvo cinco orgasmos seguidos, coincidimos en el último orgasmo, nos besamos profundamente...ella prometió contarme con lujo de detalles, su segunda infidelidad... 
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