Sorprendida por mi compañero de trabajo - Relatos Eróticos

Sorprendida por mi compañero de trabajo

Era un viernes a la hora de la comida y ella tenía dos horas antes de entrar al siguiente turno. Estaba estresada por toda la semana de trabajo y sólo pensaba en quitarse las zapatillas y recostarse en el sofá de su casa a escuchar música o ver una película. Debido al cansancio no quiso ir al restaurante donde solía comer y sólo comió algo rápido en la cafetería de su trabajo para poder subir a su cubículo y descansar un rato. Aún faltaba una hora antes de continuar la jornada. Entró al cubículo, se quitó las zapatillas y se sentó en la silla giratoria. La computadora estaba encendida y comenzó a navegar en internet buscando algo interesante para entretenerse y de repente sintió el deseo de leer algo erótico (era lo que hacía cuando quería desahogar sus deseos sexuales). Al saberse sola comenzó la búsqueda, encontró un título que llamó su atención y se dispuso a leer. Conforme avanzaba la lectura un calor fue subiendo de los pies a la cabeza y casi por inercia una de sus manos comenzó a acariciar su sexo por encima de la falda mientras la otra mano daba pequeños pellizcos a su pezón sobre la blusa. Llevaba puesto el uniforme de oficina (falda recta un poco abajo de media pierna, blusa de manga larga a rayas, debajo lencería muy sexy compuesta de un sostén de media copa de encaje blanco a juego con la tanga y el liguero). Se desabotonó un poco la blusa y levantando un poco la falda, hizo a un lado la tanga con sus dedos y comenzó a acariciarse casi por instinto, cerró los ojos ...

... mientras sus manos metidas entre su ropa jugaban con sus senos y su raja que estaba bastante húmeda y a punto de explotar. Cuando estalló el orgasmo dio un grito de placer pero no se preocupó puesto que estaba sola. Se quedó sentada con los ojos cerrados para reponerse del placer que se había dado, cuando de repente sintió que la silla hacia un movimiento giratorio. Sorprendida abrió los ojos y descubrió frente a ella una figura masculina que le hizo una señal de guardar silencio. Ella no pudo articular una sola palabra, ya que los nervios por la sorpresa unidos al placer que estaba sintiendo se lo impedían pues ese hombre de inmediato comenzó a chupar su entrepierna y después su sexo limpiando los líquidos que expulsó por el orgasmo que acababa de tener. Su respiración agitada y los gemidos se escuchaban en todo el cubículo. Se retorcía del placer que aquel hombre le provocaba con la lengua. De repente sintió como los brazos de ese hombre la levantaban de golpe y la colocaba boca abajo sobre el escritorio. Mientras le levantaba la falda hasta la cintura metía sus dedos en su picha caliente y bastante húmeda ella volvió a cerrar los ojos. Sintió como un fierro caliente entraba en su cuca, era la verga de ese hombre que la taladraba sin piedad, otro orgasmo se presentó y sintió que las piernas se le doblaban pero no se desvaneció ya que estaba recargada sobre el escritorio y el hombre la sostenía fuertemente de las caderas por las envestidas de bestia que le daba. Sintió como ...