Danielita mi cuñadita - Relatos Eróticos

Danielita mi cuñadita

Danielita es una morenita, bastante cachonda, esto pasando casi llegando a sus xv primaveras…

Tener a una adolescente de amiga es algo maravilloso, y más si esta preciosa, y tienes la confianza de que se quede a dormir de vez en cuando en tu casa, los que han vivido esa experiencia, me entienden.

La conozco de años, pero desde que ella tenía 12 – 13 se le empezaba a mirar algo distinto a las chicas de su edad, un esbelto cuerpazo, muy femenino, ella es delgadita, alta, tetas pequeñas, pero bonitas y puntiagudas, con pezón aureola rosa, a pesar de ser morenita, cintura chiquita, un culazo esponjado y unas piernotas que eran un elixir verlas con vestido, shorcito, o licra, sencillamente no te lo puedo explicar, más que con una foto. Su carita era bastante tierna y sensual por sus labios.

Cuando la primera vez me fije en sus piernotas, fue meramente por accidente, un domingo por la mañana, fuimos a misa, y la vi con un vestidito que le quedaba muy hermoso, se le miraba un culito frondoso, y la marca de su calzoncito, me hicieron entender que no llevaba protección.

Soy voyeurista nato, y tenía que aprovechar lo que mis oídos acaban de escuchar.

Actúe normal, pero por dentro estaba ideando cómo, dónde hacer la diablura.

Regresamos a casa y les dije que vayamos a la playita, encantadas de la vida aceptaron, y fuimos a buscar ropa, en eso mi novia va al cuarto de lavando, y me quedé a solas unos minutos con Dani, ella no me prestaba atención, ya que buscaba sus ...

... trajes de baño y faldita que se pondría para la ocasión. Señores hice el uppie de mi vida, pero eso es otra historia.

Salí a la sala a respirar un momento, y dejar que se terminen de arreglar, después de unos minutos, suena la puerta y al verla salir sólo con un crop-top rosadito y una faldita floreada, holgada, mi corazón, agitaba a todo lo que podía, tenía que disimular y pensar en otra cosa, que no fuera un culito tierno muy bien formado. Sus calzoncitos le quedaban como tangas.

Ya después de un rato, con un poco más de mesura, fuimos a disfrutar de la playa que estaba cerca del balneario. Me causaba mucho morbo que su faldita se le fuera a volar, y más de uno estaba al tanto del menear de sus caderas de aquella morenita, por un lado, me alivianaba saber que no era el único que se le iban los ojos con esa mujercita, que a pesar de su corta edad se le nota un paquete muy delicioso. Me daba un morbo inexplicable ver las caras de los demás hombres al pasar de esta criatura.

Yo quería más, así que me escabullí entre la gente con mi cuñadita, y llegó un punto en el que había mucha gente y para pasar, necesitabas estar pegadito a la otra persona. Ni tardo ni perezoso, me le pego y le digo al oído que la iba a cubrir con mis brazos.

Pasamos por la feria y había música, y lo que pasó a continuación cambio mi vida para siempre. Pasamos por donde venden micheladas y sonaba “la mamá de la mamá, remix con scooby doo papa”, señores, esas melodías me persiguen hasta el sol de ...