1. El papá de mi amiga me da su lechita


    Fecha: 20/10/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: MariVillabos05, Fuente: TodoRelatos

    ... casados y nos fuimos a descansar.
    
    Mi pareja me dejó en mi habitación y me dijo que si necesita algo lo podía buscar en el altillo. Me dio un beso en la mejilla muy coqueto y se fue. Yo entré, pero no podía dejar de pensar en él. Que era el papá de mi amiga y pues era mucho mayor que yo. Me recosté, pero no me cogía el sueño así que me levanté y salí de me habitación sin hacer mucho ruido. Me dirigí al altillo.
    
    Cuando ingresé lo vi en la cama acostado simplemente con unos bóxeres. Podía hacer lo que quiera, pero no sabía si estaba dispuesta a hacerlo. Me paré frente a la cama. Aunque lo dudé un poco me acerque a él. Con mis manos le bajé los bóxeres y vi su pene ahí pequeño, lo masajeé y lo llevé a mi boca, poco a poco fue creciendo y colocando bastante duro, no pasó mucho cuando se despertó, a lo que dijo pero que hacía, subí y lo besé.
    
    Le dije que le quería agradecer por ser mi salvador en la piscina y empecé a bajar para volver a hacerle un buen oral. Su pene ya estaba súper erecto y grande. Jugué con mis labios un rato. El me jalo hacia él y me dijo que lo dejara volverme a salvar. Me dio la vuelta y quedo encima de mí. Se arrodilló en la cama y se acercó lo suficiente para que siguiera masturbando. Con mi boca le succionaba la punta del pene y con una mano lo masturbaba y con la otra le acariciaba los ...
    ... testículos. No duró mucho cuando mandó su cuerpo hacía adelante provocando que me metiera todo su pene en mi boca y ¡pum! este señor se ha podido venir en mi boca, ya en ese punto teniendo su pene bien adentro de mi boca estaba dispuesta a recibir todo su semen.
    
    Coloqué mis manos en su cola intentando hacer que tuviera bien adentro su pene para que cuando eyaculara siguiera derecho a mi garganta y pues así fue, eyaculo cómo unas diez veces, apenas sentía como botaba chorros y choros de semen, la verdad me tenía encantada cómo cada vez que botaba chorros la cabeza de su pene se ponía muy caliente.
    
    Al terminar se tiró a la cama supremamente agitado, y pronto quedó dormido y su erección comenzó a disminuir, aunque yo quería seguir por más tal vez la edad y ese tipo cosas no permitió hacer más cosas, me arrunché un rato con él hasta quedarme dormida en sus brazos.
    
    Al día siguiente me levanté muy suave y me fui para mi habitación. Al rato todos se despertaron fuimos a desayunar, y todo como si nada, pero esta vez al sentarnos a la mesa él se sentó a mi lado y hablamos de más cosas, al despedirnos para volver a la ciudad nos despedimos de beso en la mejilla y ya. No nos hemos vuelto a ver ni nada.
    
    Después ya en la casa agradecí que no hubiera pasado nada más pues no quisiera tener que hablar del tema con él o peor con mi amiga 
«123»