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Una semilla en el paraíso CAP. 1
Fecha: 27/10/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Voyerismo Autor: ELDURO69, Fuente: SexoSinTabues30
... que me avía encontrado empezó a hablarme en su dialecto pero no entendía nada trate de explicarle o odisea con gestos pero dudo que me haya entendido, al fijarme en sus brazos me di cuenta que tenía unas marcas como tatuajes en el brazo derecho sobresalía una T mayúscula invertida y que se encontraba entre paréntesis y en el brazo izquierdo una pequeñas líneas verticales de una 10 centímetros maso menos conté ocho en total después de decirme muchas cosas que no entendía la niña se abalanzo hacia mí y me abrazaba fuertemente no savia si tocarla ya que su pequeño cuerpo desnudo me ponía un poco inquieto, al ver que no se apartaba de mi frote levemente su espalda me di cuenta que su cabello negro y liso llegaba hasta sus caderas toda su piel esta bronceada incluyendo la raya de su trasero el cual podía ver y no podía apartar de mi vista, ella tenía una aroma a frutas diversas pero la que más resaltaba era el de durazno, podía sentir la suavidad y calor de su piel mis manos empezaron a descontrolarse frotando cada zona de su cuerpo ningún centímetro de ella se me pasaba por alto y mi concentración terminaba en su suave trasero, esas pequeñas nalgas que aun para su edad estaban muy contorneadas, ella no decía nada únicamente aceptaba mis caricias, ...
... al ver su rostro aprecie una gran sonrisa parecía estar muy contenta y sus ojos me hipnotizaba. Después de un rato de explorar su cuerpo, savia que lo notoria, mi miembro empezó a tomas su forma más grande y ella lo sintió claramente, tanto que puso sus manos en mi pantalón y lo frotaba como queriendo sentir cada parte de él desde las punta hasta el principio donde descansaban mis testículos que sentían por primera vez las caricias de alguien, mis más bajos instintos guiaron mis manos a moverse el pequeño y contorneado trasero a su entrepierna donde sentí por primera vez la suavidad de una pubis, sentí su pequeño clítoris el cual masajeaba con una de mis dedos, ella se dedicaba a disfrutar de mis manos se recostó sobre mi pecho y separo las piernas para que mis manos puedan tener más campo que explorar en eso no me resistí la tentación de besarla, sentí sus pequeños dientes, la humedad de su lengua ya nada importaba ni si quiera el hecho de mi llegada a un lugar total mente incomprensible a mi razonamiento científico pero el momento quedo paralizado al escuchar una vos que decía ¡ASHIMA! ¡ASHIMA! ¡ASHIMA!, la otra niña avía regresado y con ella muchas mujeres y una de ellas sobresalían por sujetar lo que creo que era un cuchillo muy grande.