Mi ex vs mi novio (Parte 10 y Final)
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: julieta76, Fuente: TodoRelatos
Después de cenar, mis dos hombres retomaron las pullas y provocaciones y no tardaron en empalmarse nuevamente para entregarse a una masturbación mutua en el sofá. Incapaces de detener el hambre por unir sus labios y lenguas, se entregaban tan febrilmente como si la vida les fuera en ello.
Estaban desnudos en el sofá, abrazados por el hombro y con la mano libre cada uno masturbaba a su rival, intentando darle más placer que el que recibía. Los besos pasaron a ser felaciones de lenguas, mordiscos y gemidos con algún insulto provocador.
Nuevamente fue Ariel quien se desbordó primero, seguido muy de cerca por mi ex. Esta vez, mi novio le devolvió la mamada que había recibido en el baño y en cuanto mi ex se descargó en su boca ambos se entregaron a un momento de sosiego y arrumacos.
El resto de la noche lo pasaron besuquéandose en la cama y frotándose hasta quedarse dormidos. Estaban enloquecidos con las cotas que había alcanzado su rivalidad.Al día siguiente se ducharon por separado, se vistieron y desayunaron, con un incómodo silencio, como si estuvieran molestos con lo ocurrido.
-Ariel. No puedo negar que estuvo bueno. Pero a mí me encantan las minas.-Comenzó Sebastián.
-Sí. A mí me pasó igual. Nunca me la habían chupado de esa manera.
-Vos no te quedaste atrás!
Ambos rieron, levemente cohibidos y fue mi novio quien tomó la palabra.
-¿Te imaginás si Julieta hubiera tenido llave y nos encontraba haciendo un 69?
-¡O peor aún! Cuando estábamos ...
... transando y pajeándonos. -Se rió Sebastián con complicidad.
-Nunca nos iba a creer que estábamos luchando por ella.
Los dos rompieron en una carcajada de incómoda complicidad y acordaron que no seguirían viéndose.
Terminaron el café en silencio y se prepararon para salir. Cuando alcanzaron la puerta se saludaron con un apretón de manos, pero tan pronto como Ariel puso la llave en la cerradura ambos compartieron una última mirada antes de fundirse en un agónico y amargo beso de despedida. Cada uno sentía una sensación de vacío por dentro, pero tampoco querían perderse el momento, por lo que se abrazaron sin prisas, entregados a un intercambio de caricias con la lengua, con los labios fundidos, mirándose con aire de "adiós".
Pero a los quince días, Sebastián no pudo evitar provocar a Ariel, quien mordió el anzuelo en el acto. Querían ver de qué manera podrían definir las diferencias sin llegar al sexo. Intercambiaron mensajes y acordaron encontrarse en un baldío para reventarse a trompadas. También, acordaron una pelea en slips y las cosas fueron derivando a provocaciones mutuas y desafíos acerca de sus penes. Finalmente, Sebastián propuso que se encontraran en su departamento.
Tan pronto como escuchó el timbre, ambos sintieron un escalofrío y cuando abrió la puerta y se vieron, el tiempo pareció detenerse por un segundo, antes de que ambos se estrujaran para morderse la boca con la desesperación y angustia que ambos intentaban ocultar.
-Putito... ¿Extrañaste mi ...