LA PANDILLA DEL GATO NEGRO COMO SE INICIA UN NUEVO RECLUTA
Fecha: 09/11/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Fetichismo
Gays
Autor: JuanaLoca, Fuente: SexoSinTabues30
Una nota circuló entre los integrantes de la pandilla. Habría una reunión urgente para definir quién sería el primer recluta en ser iniciado. Se trataba de tres chicos que estaban siendo postulados por sus padrinos.
LA ENTREVISTA
Una serie de preguntas respuestas definían al candidato que sería elegido.
-¿Te instruyó tu padrino que deberás decir exactamente la verdad?
-Sí, señor
-Las primeras preguntas eran de identificación, edad, curso, barrio, etcétera.
-¿Te masturbas? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué usas para excitarte:imágenes, textos, escuchar parejas culiando. Espiar a otros?
-Me masturbo todos los días. Me caliento de diferentes formas. Ver fotografías de parejas en el acto sexual. También oír los gemidos de alguien a quien se fallan. Cuando mi hermana se baña con sus amigas, las miro por un resquicio y me masturbo hasta acabar.
-¿Usas la estimulación anal?
-A veces cuando quiero acabar me meto uno o dos dedos en el poto.
-¿Te han culiado o has culiado ya?
-Me culié a un primo menor que yo una vez jugando en la ducha. Le acaricié sus nalguitas y se reía y me movía el potito y se quitaba. Yo lo seguía y lo arrinconaba en la pared y le agarraba las nalgas y se las abría.
-¿Te gusta?
Sí, primo. Me gusta que me toques mi potito. Me da cosquillas y siento como escalofríos.
-¿Si te meto un dedo, te aguantarás si te duele sin gritar?
-Sí. Sí. Quiero que me metas un dedo en el culito. Pero si me duele, me lo sacas.
-Duele un poquito ...
... al principio, pero después es rico. Mira, méteme un dedo o dos a mí y verás que es delicioso ese gustito.
Jaimito me metió tímidamente un dedito. Lo insté a que metiera tres dedos juntos y me di maña para hacer entrar todo en el culo.
-¿No te duele, primo?
-No, Jaimito. No duele porque ya está acostumbrado a recibir cualquier cosa por ahí.
Puse la cabeza en la entrada ya palpitante de ese culito virgen y empujé un poco la punta.
-¿te duele, Jaimito? ¿Sigo?
Dicho y hecho. Avancé con mi pene hasta llegar a la mitad de su estrecho canalcito.
-¡Ay, me duele, primo!
-¿Te lo saco?
-Noooo, pero anda despacio. A ver si me acostumbro…
Ya era cuestión de empujar un poco más y lo hice pausadamente a intervalos en que lo metía un poco y lo sacaba.
-Ya, primo. Lo quiero entero.
Hice un último esfuerzo y se lo puse entero.
Jaimito ahogó un grito en su garganta y se le corrieron unos lagrimones.
-¿Te duele mucho?
-Sí, me duele harto.
¿Te lo saco?
-No. Déjalo ahí un rato.
Después de un par de minutos, empecé el mete saca, sin que Jaimito gimiera o llorara. Me di cuenta de que estaba hecho el trabajo de desvirgar ese culito que me traía caliente desde hace tiempo.
-¡Ay, primo! Qué gustito. Tengo como ganas de cagar, pero también de mear. Sigue, métemelo hasta atrás! ¿Te está meando dentro de mi culito?
-No, Jaimito, te estoy echando mi lechita para que tu culito se acostumbre a recibir pico y sienta solo placer sin dolor.
-¡Ay, ...