Claudia Itzzell. Mis vivencias como mujer transexual
Fecha: 09/12/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... por eso muchos de mis deseos, pensamientos y gustos se dirigían al aspecto sexual, ya que necesitaba ser cogida frecuentemente, así como también usar ropa que me permitiera mostrar todas mis piernas y mis pechos.
En efecto, cuando por alguna razón había tenido que usar ropa más holgada, larga y conservadora, me sentía muy incómoda, muy rara. Y cuando no me cogian por la madrugada, o en la mañana, tarde o noche, me sentía mal, ansiosa, de todo me enojaba, pues mi cuerpo ya necesitaba ser manoseado y pebetrado, ya que extrañaba esas caricias porque al no tenerlas además de los males mentales que tenía, me daba mucha comezón en mi ano y vagina, además mis nalgas, mis chichis y mis piernas se sentían adoloradas, raras, y era tal la necesidad que tenía de tener tanto que vestir como puta y de ser manoseada y cogida, como la de una persona muy sedienta que no toma agua, que su sed y lo seco de su boca solo se calma en la medida que bebe agua o alguna bebida rica en electrolitos.
Ese padecimiento de ninfomana hacía que aunque me humillarán, me maltrataran y me usaran como objeto, lo disfrutara siempre y cuando me vistiera como puta y me cogieran.
En el aspecto sentimental me sentía bien, estable, pues vivía con Alfonso, el ex esposo de mi hermana, de quien yo estaba muy enamorada y enculada, pues me nacía atenderlo, agradarlo y lo obedecía en todo, además deseaba que todo el tiempo me sometiera, me manoseara y me cogiera. Casi siempre estábamos solos en casa y allí yo ...
... solo usaba pura lencería, medias, liguero, brasier, tanga y tacones, puesto que le gustaba mucho tenerme así para estarme viendo y agarrando. En ocasiones cuando había alguna visita yo usaba un micro short, tenis y blusa con escote u ombliguera. Y para cuando salíamos, siempre llevaba un vestido muy corto y escotado, tacones muy altos, medias transparentes o negras transparentes, pulseras, aretes y collares.
Aunado al amor que sentía por Alfonso también le estaba muy agradecida porque fue el hombre que me convirtió en mujer, el primero en hacerme su mujer y también fue quien con su forma de tratarme me hizo adicta al sexo y a vestir mostrando mis piernas, mis pechos y mis nalgas, y por eso tener la necesidad de vestirme como puta y ser tratada así.
Por su parte, Alfonso me cogia diario, entre dos y tres veces, en la casa, en la cafetería, en el cine, en cabinas, en la calle, etc., era muy juguetón conmigo, me hacía travesuras, me nalgueaba y disfrutaba montándome.
En la casa había una sala de juegos, donde había una mesa de billar, diversos juegos de mesa, una pantalla, dvd, etc y en un muro había fotografías de varias mujeres, en lencería y desnudas. También se encontraban fotos mías, vestida con vestidos muy cortos y escotados, tacones muy altos, etc., en lencería y sin ropa. Y tenía algunos casetes con videos de mi cuando me estaba cogiendo.
Cierto día, era domingo, estábamos en el cine, me acababa de coger en el baño, recibió una llamada, era su papá y me dijo, ...