Mi papi y yo en en Transmilenio - Relatos Eróticos

Mi papi y yo en en Transmilenio

lleno pero venia sin sillas disponibles y en ese nos subimos. Estaba con muy poca gente de pie, realmente no había la excusa para que él me protegiera nuevamente con su cuerpo, me dijo que nos hiciéramos en el acordeón del centro, y ahí nos acomodamos uno al lado del otro, el nuevamente me abrazó y yo le sujete la mano con la mía y nuevamente su mano en mi seno, me dio un poco de pena porque al frente de nosotros venia una señora, con mi mano retire la suya de mi pecho y él me miro pero no dijo nada y quito su brazo de mí, yo le pregunte que qué pasaba él me dijo no nada, pero como que te da pena que tu papá te abrace, le dije tan bobito si así veníamos por la calle, y cogí su brazo e hice que me abrazara nuevamente y la señora del al frente me importo un pito, y con mi mano puse la de él en mi seno nuevamente, me miró sonrió y yo puse mi cabeza a la altura de su hombro, el muy disimuladamente acariciaba mi tética, yo iba feliz y la posición que llevaba me permitía verle por encima de la sudadera como se le marcaba su pene, me sentía como su novia. Ya como por los lados de los héroes el bus quedó más vacío y decidimos sentarnos, me abrazo nuevamente y yo me recosté contra él, dejándole espacio para que bajara la mano si así lo ...

... quería, y así lo hizo, su mano llego a mi cintura e intento meterla por dentro de mis leggins, pero no tuvo éxito, solo la punta de sus dedos lograron rozar el borde de mi ropa interior, al no poder, empezó a acariciarme por encima del pantalón, y sentía como me daba picos en el cabello, yo agarré su entrepierna y con mi dedo pulgar intentaba tocarle el pene varias veces.

Antes de llegar a la estación donde nos bajamos, me senté bien y él me dijo qué le había gustado estar así conmigo, yo le dije que a mí también, no sé porque pero tuve unas ganas muy grandes de besarlo, creo que él quería lo mismo, y para romper ese momento solo me dijo, debemos usar más seguido Transmilenio, yo le dije claro! Y nos reímos. Al ponernos de pie para bajarnos el aprovecho para arrimárseme bien nuevamente y tocarme las nalgas una vez más, yo iba muy caliente y pude notar que él también; y tuve unas ganas locas de mandarle mano al bulto pero me contuve.

Nos dirigimos al apartamento y así llegamos: el abrazándome y su mano acariciando mi tética, y yo feliz de estar así con mi papi…

Y esta fue la historia que tuve con mi papi gracias a transmi y al primero que ese día me agarro las nalgas.

Después de ese día la relación de nosotros no es igual.