Los obreros frente a mi casa iv - Relatos Eróticos

Los obreros frente a mi casa iv

Lo de aquel chaval, Ramiro. Me había dejado un tanto desconcertado, la verdad es que por primera vez me había sentido mal, defraudado por mi actitud con el, debí haber respetado su cordialidad y su espacio y no lo hice, ni tan siquiera me servia la excusa de qué habia sido el quien cogio mi mano y la llevo a sus pectorales, pero una duda más poderosa acechaba mis cimientos emocionales , la estructura dura, y la coraza que mi persona había creado como defensa a mis sentimientos. ¿Porque por primera vez algo así me taladraba?.....Tampoco quise darle muchas vueltas a la situación, pero aquel chico me atraía y mucho.

Me pegó un bajón enorme, no quería volver a sufrir el desengaño que había tenido con mi antigua pareja, lo quería a morir, con el tuve que ceder por salvar nuestra relación, en ser una pareja abierta con la condición de que solo sería estando los dos juntos, aunque eso lo llevé mejor de lo esperado, también he de decirlo. Disfrutamos del sexo libre y consentido con otros, pero lo que nunca me había imaginado es que el me la estaba pegando por detrás con el mismo chico, que a veces cenaba con nosotros y después follábamos los tres. Lucas tenía una relación aparte con ese tío y sucedió lo imprevisto, se enamoró de él y me dejó casi del día a la mañana, de ahí esa coraza que desde entonces me puse, me jure que sentimientos nunca mas con nadie, solo sexo y punto.

Estaba de bajón, era un día gris, me quedaban unas horas para irme a trabajar, y ese fin de semana ...

... tenía guardia completa. Por mucho que me asome al balcón, no vi a aquel chico por la obra, si que vi a Hakim y al encargado de aqui para ya con sus tareas, y a un tipo algo maduro, barbudo, que no me quitaba ojo desde un rincon de uno de los bajos, pero de Ramiro ni sombra por allí. Aquel hombre no dejaba de mirarme, incluso se agarraba su verga por encima del pantalón y se la meneaba, a mí me producía morbo ver a aquel tipo mostrándose excitado mirándome desnudo desde su trabajo, le dedique una sonrisa y un buen conteneo de polla, después, decidí ponerme algo de ropa y bajar a comprar algo de pan para ponerme un bocata antes de irme, así que me enfunde unas bermudas, un polo, mis sandalias y después de acicalarme un poco baje a la calle.

Había comprado el pan ya, al volver observé hasta donde me llegaba la vista por si veía a Ramiro, pero fue inútil, de pronto pasé por lo que iba a ser la rampa del garage de aquella finca y de pronto oí un silbido potente desde el interior, cuando giré la cabeza y entre la penumbra, pude distinguir a aquel hombre que se había puesto caliente mirándome en mi balcón......

- ehyyyyy.....vecinooooo.....aquiiiii.....

- hola, que quiere?

- buenoooo....mejor que quieres tu?

- yo nada buen hombre.

- venga vaaaa......te vi en tu balcón mirando como me cogía la polla y ponías carita de vicioso.

- jajajaja, vicioso yo no? Y tú qué, tocándote la polla y mirándome en bolas.

- venga vaaaa.....baja aquí, no hay nadie, estamos solos, ...