1. Jenny perdió la virginidad y yo…casi la vida


    Fecha: 03/01/2025, Categorías: Hetero Sexo con Maduras Autor: Ricky, Fuente: SexoSinTabues30

    ... fuerte, casi gruñíamos… comencé a lamerle la conchita y con mi nariz le frotaba la entrada del ano; comenzó a moverse hacia adelante y hacia atrás, la conchita brillaba del fluido que salía, yo saboreaba los labios exteriores de su aún virginal rincón y tragaba ese delicioso manjar… en determinado momento, ella se movió y su culo quedó en mi boca…mi lengua se introdujo en el estrecho camino…ella gruñía y ladraba y mi verga no aguantaba las ganas de perforarla…
    
    Puse mi verga en la entrada de su vagina y, al buscar la posición perfecta para desvirgarla, sentí que yo estaba ya mojado de precum y que necesitaba ponerme el condón… preferí, mojar mi mano con su fluido y meterle uno y después dos dedos mojados al culo para humedecerlo; le apreté la cintura, la jalé hacia mí y metí la cabeza de la verga en su orificio trasero… ella gimió un poco y trató de alejarse, pero ya no me aguanté y la seguí metiendo, empujando, ladrando y gritando, mientras ella aullaba y se movía desesperadamente… yo sentía dolor y más ganas de entrar hasta el fondo…metiendo y sacando, avanzando y retrocediendo, fui convirtiendo el virginal culo de Jenny en el primer y doloroso paso para su nueva condición de mujer…
    
    Cuando sentí que el semen recorría mi interior rumbo a su nuevo alojamiento, retrocedí, me puse rápidamente el condón y, sin dudas ni murmuraciones, como en el momento más duro de una batalla, clave mi vieja verga en su cerrada, pero muy mojada concha; de un solo empujón, arrasé con ...
    ... todo lo que significaba virginidad, pureza, infancia y pudor…el grito de Jenny coincidió con un tremendo vértigo que hizo caer mi cabeza sobre su espalda; una sensación de muerte recorrió mi cuerpo y mi peso hizo que ella aflojara las patas delanteras y cayera sobre sus tetas, casi desmayada, al piso…
    
    No sé cuántos minutos pasaron, nada se movía, ni sonaba…al rato, ella se movió lentamente, respiró profundamente y trató de levantarse, al sentirla, creo que resucité, sentí que estábamos pegados como verdaderos perros, retrocedí, dejé la personalidad canina y me paré, miré mi verga y el condón empapado de sangre y fluidos de Jenny… eso me arrechó, la ayudé a pararse, la jalé hacía mi cama, me saqué el condón y la hice echarse, cara arriba, con la cabeza en el filo de la cama, yo me paré de manera que mi verga quede en su cara y me eché sobre ella para llegar a lamerle la concha recién profanada y alimentarme con su mezcla de vida, placer, gusto y virginidad…ella movió su cabecita, metió mi verga en su boca y tragó lo que quedaba de semen…
    
    Subí a la cama, la jalé y comenzamos a besarnos, como padre e hija, suave, dulcemente…cuando la verga despertó nuevamente, nos volteamos para practicar matemática, con el número 69, que se convirtió en 88, pues mi lengua se metió en el camino a su ano y la de ella en el mío…una sola vez en mi vida, hace muchos años, una puta me había hecho el beso negro, que, esa vez, no me gustó, pero ahora, en ese ambiente de amor, sentí cosquillas, me ...