Maestra en mini (4)
Fecha: 10/01/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: pinkdemon, Fuente: CuentoRelatos
Es catorce de febrero y realizamos nuestro clásico convivio e intercambio de obsequios en el plantel, primero con nuestros alumnos y luego con el personal en la dirección, para nuestra sorpresa este año se nos une el supervisor de la zona, con algo de desdén las compañeras me piden que salga a recibirlo ya que parece que me vestí especialmente para la ocasión, y es que en realidad me veo espectacular con mi minifaldita con estampado de cuadritos en blanco y negro embarrada en mis inquietantes curvas, mi blusa blanca favorita de manga corta y botones al frente, me gusta porque me queda justa, haciéndome ver mas femenina con los botones necesarios abiertos, mas que suficiente para parecer una edecán triple A, combinadas con mis botas negras a medio muslo de plataforma y ropa interior de encaje negro, en fin, sonriendo al ver sus caras de envidia me encamino hacia el portón para recibirlo, como me faltan algunas cosas por comprar decido esperarlo en la esquina de la escuela, los piropos y palabras subidas de tono no se hacen esperar por los vagos que esta en la calle o los tipos que pasan en sus autos o motos.
¡Sabrosa! me dice un tipo, muévelo, te lo compro, dice otro, ¡mamacita!, son las frases que acompañan mi caminar rumbo a la tienda de la esquina, ha de ser por su faldita maestra, me dice Hermilo el supervisor de zona, quien aún a pesar de que usa bastón me alcanza antes de llegar a la tienda.
¿Cómo puede andar? es demasiada apretada ¿no?
¿Le parece que está ...
... muy apretada? respondo coqueta, se sonroja, me espera a que haga las compras y nos encaminamos hacia la reunión, ¿puedo decirle algo así en confianza? Sin despegar los ojos de mi escote, si, dígame, le contesto, es usted muy bonita, cualquier hombre daría lo que fuera por usted, lástima que ya no tenga edad para eso, me detengo, lo miro fijamente a los ojos coqueteándole, de verdad, ¿lo que fuera? Traga saliva, no sabe que contestar, no se ponga nervioso, sonrío encaminándome hacia la reunión y el detrás de mi, ya en la reunión entre risas, ocurrencias y baile transcurre la noche, Hermilo utiliza cualquier momento para acercárseme, rosarme o hacerse notar por mi, los compañeros y compañeras lo notan pero no dicen nada, miran a mi marido y luego a mi, la forma como inconscientemente o conscientemente le falto al respeto con el anciano supervisor dejándome tocar o abrazar por este, en fin, como es temprano, decidimos seguir la fiesta en casa de una compañera ya que es la mas cercana, al final nos ofrece su casa para quedarnos, la mayoría acepta entre ellos mi esposo y yo a quienes nuestra compañera nos asigna su recámara.
Ya en la cama, no sé cuánto tiempo trascurrió cuando por sorpresa siento que apartan las cobijas de mi cuerpo dejando mis espaldas al aire, no me toma por sorpresa ya que intuyo que es Raúl, mi esposo, siento como se recuesta en la cama, y pasa suavemente su mano por mis piernas, se acerca más a mí, noto su miembro hinchado frotarse contra mí de manera muy ...