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Brenda: ella 19, yo 56 (última parte)
Fecha: 14/01/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... conchita y esta mujer aullaba cuando se la metí. Le di un embate bestial y esa cama no sé cómo no se quebró, pues parecía que colapsaba. En ese orgasmo comencé a masajear con más presión su ano con mis dedos al punto que el primer falange de mi pulgar está adentro de su culo. Que rico, que delicioso era escuchar a esta mujer gozar este orgasmo. Cuando se recuperaba me abrazó y pude ver lagrimas de placer. Me tocó la verga que se ponía flácida y se agachó y me quitó el condón y me la comenzó a mamar con cierta desesperación. Me la volvía a parar con esa rica mamada y me dijo: Ábrame el culo, que es lo que usted quiere, ¿verdad? Se volvía a poner en cuatro y con ese culo dispuesta a recibir mi verga. Le eché saliva a mi verga y comencé la penetración. Su culo apretado me negaba la entrada, pero poco a poco con la dilatación con mis dedos ese anillo comenzó a ceder. Mi glande entró y centímetro a centímetro la mayor parte de mi verga entro. Se lo estaba haciendo sin condón y sentía como ese culo se comprimía. Escuchaba los gemidos de Brenda y de repente sentí como Brenda me tomaba en esa posición con su mano los huevos y me los comprimía también. La sensación fue tan rica, tan deliciosa y comencé un vaivén que solo pasó un par de minutos y sentí los espasmos en la espalda baja, una corriente subiendo mi cabeza y volvía a bajar a mis piernas. Mis testículos se volvían a fruncir y expulsaron mi segunda corrida. Se la saqué hasta que mi verga se puso flácida de ...
... nuevo y mi esperma comenzó a salir de ese culito primeramente con unas cuantas gotas y luego salió como un pequeño riachuelo que se extendió en su entrepierna. Nos fuimos a bañar y Brenda descubrió un pequeño sangrado de su culo y le dije que eso era normal. Nos secamos y nos recostamos en su cama y teníamos una plática trivial. Luego pensé que la sesión terminaría, pero esta chica me sorprendió con algo que me pidió y que ella quería vivir. Quería que le chupara la panochita, pero ella quería sentarse en mi boca. Tomamos la posición para que ella se apoyara con el espaldar de la cama. Me puso su panocha en la cara y comenzó con un vaivén semi lento primeramente y podía sentir como su concha soltaba un riachuelo de jugo vaginal y en minutos todo mi rostro estaba mojado. Movía las caderas friccionando su panocha sobre mi cara y sobre todo en mi boca y nariz mientras yo le tomaba de las nalgas sólidas que tiene y de esa manera explotó en minutos con un bestial orgasmo. Que rico olía esa panocha, que delicioso sabían esos jugos y ella me besó el rostro saboreando sus propios jugos. Me tenía a mil y se bajó a mi verga y a los minutos me hizo acabar causándome mi tercera corrida. Eran ya las nueve de la noche y fue una buena cogida. Ahora si me preguntan que fueron los bocadillos que me ofreció… ustedes se lo imaginaran. El mejor bocadillo que un hombre como yo desea y eso es disfrutar y comerse plenamente a una bonita chica y en el proceso darle el mejor placer ...