Erika, mi primera vez en el sexo
Fecha: 25/03/2018,
Categorías:
Primera Vez
Hetero
Autor: Carluch0, Fuente: CuentoRelatos
El mes de agosto siempre me trae recuerdos, que aunque parezcan de una u otra forma malos o buenos, no dejan de ser relevantes al querer recordar la primera vez que sentí el amor de una mujer… Nos conocimos por una famosa página de Chat. Recuerdo que aquel día estaba aburrido, pensando que nadie me iba a escribir, cuando me llegó un mensaje de una rubia de 24 años llamada Erika. - Hola, ¿Cómo estás? –decía el mensaje. - Bien ¿Tú princesa? –atiné a responder - Bien, ¿Tienes mail? - Sí –respondí… Los días fueron pasando y cada día estaba más compenetrado a esa chica. Yo pensaba en cómo nos veríamos como pareja mientras que ella meditaba en la rumba de la noche. No sé cómo me gustaba una chica tan diferente a mí: Erika tenía 24 años, yo 18. Ejercía la comunicación social en Unión Radio, mientras que yo apenas iba a entrar a la universidad. Ella era despiadada con sus parejas, buscaba un rato de diversión y sexo mientras que yo me veía casado y con hijos cuando me enamoraba. Erika le sobraba el dinero, mientras que lo poco que yo tenía era por ahorros y por mi madre. Erika era de Caracas y yo de Valencia. Yo no entendía como sin quererlo, me estaba enamorando de una chica que de seguro tenía en su mente otras cosas como sexo, diversión, dinero, joyas, carros, hombres. Mientras que yo pensaba era en tenerla a mi lado por siempre, era impulsivo –lo admito-, vivía en un mar de fantasías y creía en el amor a primera vista, era un total fracasado… Cierto día, recibí una llamada que ...
... no me esperaba: - Hola Carlos ¿Cómo estás? –decía la voz de Erika al otro lado de la línea. - Hola, muy bien ¿A qué se debe este placer cielo? –respondí emocionado. -Voy a Valencia, te espero en frente de Zara en el Sambil a las tres –dijo sin darme tiempo a responderle. No es necesario mencionar lo emocionado que estaba, la vida me había dado el regalo que quería: conocer en persona a la chica que me arrancaba suspiros diariamente. Me preparé de la mejor manera: la vestimenta fue planificada y cambiada cientos de veces, quería estar lo mejor posible para la primera cita que iba a tener. Ya luego de vestirme, y de hacer algunas cosas, me dirigí inmediatamente al centro comercial, quería estar allí antes que ella, quería impresionar, quería todo. Todo. Luego de una hora aproximadamente, estaba sumido en mis pensamientos, cuando una delgada mano me tomó por el hombro, no pude evitar la alegría al ver que era ella: Mi Erika. El abrazo no tardó demasiado en presentarse y un tímido beso hacia su boca se escapó de mis labios, ese día estaba dispuesto a todo: si perdía, lo perdía todo; si ganaba, lo ganaba todo. Esas eran las reglas y estaba dispuesto a aceptarlo, no tenía escapatoria, ya estaba enamorado de una mujer que ni conocía en persona y el verla sólo acentuó los sentimientos que tenía hacia ella. Erika era una rubia de ojos marrones, de 1.74 cm de altura, senos operados de una talla más o menos grande, una larga espalda que terminaba en un trasero firme y duro, para luego ...