Relaciones internacionales. - Relatos Eróticos

Relaciones internacionales.

... tamaño de una fresa grande. Mi hermanito hizo un movimiento de tragar saliva y con una de sus manos se limpio el exceso de saliva que le escurría por la boca. Assim empujó un poco más su cadera hacia adelante con lo cual hizo que mi hermanito devorará de nueva cuenta la mitad de su verga y con una mano apoyada en su nuca le ayudo a devorar el resto. La cara de mi hermanito era gloriosa: su rostro completamente encendido, sus mejillas hinchadas a más no poder, sus ojos llenos de lágrimas y volteando a ver el rostro de Assim. Pero en ningún segundo se sacó tremenda verga de la boca. Sus labios acoplados perfectamente a la circunferencia de la verga marroquí.

Una delgada línea de vellos subía por el esculpido abdomen de Assim y se expandía en su pecho, sus manos aferradas al cabello largo de mi hermanito mientras profería palabras tanto en ingles como es su idioma natal, se veía que lo estaba disfrutando de poca madre. Gracias papá por la fibra de vidrio! Me decía a mi mismo mientras que con mi mano izquierda manipulaba la laptop y con la derecha masajeba mi verga hinchada y caliente.

En la pantalla se reproducía el momento exacto en que Assim le indico, con el tronar de sus dedos, a mi hermanito que se pusiera en posición. El putito de mi hermanito se puso en cuatro primero, luego pegó su pecho a la cama y con sus manos se ayudo así mismo a abrirse su culo. Assim escupió una buena cantidad de saliva en su mano izquierda, la unto en el culo de mi hermanito, agarro su falo ...

... y lo dirijo hacia el centro de los glúteos de mi hermanito. El rostro de mi hermanito se fue transformando con forme los centímetros de verga de Assim fueron entrando. Primero de placer, cerrando sus ojos, luego de sorpresa al tener el glande dentro, seguido de dolor al apretar los dientes y poner su rostro contra la cama y por último satisfacción al tocar con sus nalgas el pubis de Assim. Por unos segundos no se movieron, nada pasó. Después poco a poco las embestidas hacia el culo de mi hermanito comenzaron, de primero lento, despacio para ir aumentando en velocidad e intensidad. Para este punto yo ya había manchado con leche el interior del carro de mi hermano mayor. Para lo que me importa…!?

Assim empujaba con fuerza casi animal su miembro hacia el interior de mi hermanito que seguía en posición de perro agachado. Sus dedos estaban incrustados en la pequeña cadera que tenía enfrente de él. Por su frente corria sudor en exceso y su boca abierta jalaba todo el oxígeno que podía. Mi hermanito tenía su cara pegada a la cama, mientras que con sus manos arrugaba la sabana, su rostro se componía y descomponía al ritmo de las embestidas de Assim. No hubo contemplación para ese pequeño culo, era un joven musulmán desfogando toda la pasión que llevaba dentro.

Assim saco de una toda su verga del interior de mi hermanito, dejando un tremendo hoyo en su lugar. Su verga se le veía pesada, como si contuviera toda la leche del mundo. Su grosor por mucho superaba al de las vergas de ...