Mariquita - Relatos Eróticos

Mariquita

... ser el juguete de tanto macho pero una vez que estoy aquí intentaré complaceros a todos.

Me fui al baño a vaciar mi intestino con una caliente lavativa con el flexo de la ducha.

Cuando regrese al salón Raquel estaba comiéndose la polla de Ricardo mientras Alfonso hacía lo mismo con la de Raúl.

Ricardo pidió que me acercarse y comencé a besar su boca su cuello sus orejas algo que ambos nos caliento mucho su voy ya era como un cilindro no muy gruesa pero sí de unos 18 centímetros la de Raúl también tenía ese tamaño pero un grosor más considerado mientras la de Alfonso era más o menos de 16 cm como la mía y del grosor de la de Raúl o sea que tenía una colección de pollas de todos los tamaños.

En seguida me puso Ricardo de cuatro y lubricando primero con su lengua y luego con un poco de lubricante mi esfínter enseguida sentí como apoyaba a la entrada de mi ano ejerció una presión y entro sin casi dificultad ni pararse hasta que sentí sus pelotas chocar contra las mías.

Alfonso se puso en el sofá de pie y me ofreció su verga para que se amabase mientras Raúl comenzó a follar a su mujer a buen ...

... ritmo.

Mis gemidos por la follada y los de Raquel eran los que más se escuchaban mientras que los hombres más bien eran jadeos y palabras sucias hacia mi persona.

Raquel enseguida tuvo su primer orgasmo y Raúl decidió descargar su gorda polla en mi boca mientras que Alfonso ocupaba el lugar de este y poniendo del 4 a la mujer comenzó a follársela con gran fuerza pero seguía sentí el chorro de Raúl en mi boca como me la llevaba y fui tragando para no atragantarme mientras Ricardo golpeaba anunciando una posible corrida.

No me dio tiempo a limpiar la polla de Raúl cuando Ricardo introdujo la suya de mi boca y he hecho un buen chorro de una espesa leche que fui dorado mientras Raquel conseguía otro orgasmo.

Alfonso_ me voy a correr me voy a correr abre la puta boca mariquita te la voy a meter todo dentro.

Este metió casi sus huevos en mi boca y podía sentir como llegaba por aquella gruesa barra de carne el flujo de leche hasta mi boca siendo esta mucho más líquida que la anterior.

Raúl Ricardo y Alfonso habían echado toda su carga de leche en mi boca y no había hecho más que empezar el día. ...