Soy nuevo cornamentado gracias al gran OSifar - Relatos Eróticos

Soy nuevo cornamentado gracias al gran OSifar

... con el sereno, que es cuando empieza su turno.

-De acuerdo, señor… pero… para…

-Ven cuando este Alejandro, ya te he dicho que serán las once, para más asegurar ven sobre las once y media. Y ven con vestido informal, no te preocupes por eso.

-Decirte que yo tendré que ponerme el delantal para preparar la mesa -dijo Yaneli con retranca descarada que incluso hizo que yo la mirara con cierto desden.

Esta noche hemos salido a cenar a la vuelta he saludado a Vicente, se ha alegrado mucho de verme, le he comentado que me divorcié y le he presentado a mi nueva pareja. A una señal mía Yaneli ha subido.

-Siento lo de su mujer, pero tampoco ha elegido mal.

-Bueno… -digo con orgullo- siempre me gusta variar de genero, ya lo sabes, aunque la edad está ahí…

-¡Vamos, vamos, don Carlos! He comprobado el material que llevaba las pocas veces que venía.

-Bueno, mucho era de pago, otras no… por cierto -al mismo tiempo que le daba 60€- mañana deja subir a Osifar, el del bar… ya me entiendes…

-No se preocupe, hay otro conserje de noche pero es jovencito, lo enviaré a algún encargo. Osifar es un autentico, ya sabe.

-Si, lo sé, además quiero que ella se haga un tributo con un buen macho.

-Lo vale, don Carlos.

Ya tenemos preparada la cena que nos han subido. Son las once y media. Tocan a la puerta.

-Abre tú.

Me pongo en el balcón tras las cortinas, quiero ver como reacciona. Yaneli abre la puerta. Él va vestido con camisa hawaiana donde en medio asoma una ...

... cadena con una cruz, su coleta recogida, lleva vaqueros ajustados marcando paquetazo. Ve a Yaneli en delantal blanco con peto, mira asombrado las protuberancias mamarias. El instinto depredador de sus ojos hace que sean como un escaner.

-Pasa, pasa -dice ella dándole dos besos en las mejillas- ahora viene Carlos, está en el balcón fumando. Quieres una copa antes o algo, tengo vino blanco.

El asiente y se sienta, Yaneli le sirve una copa de vino. Y va hacía la pequeña cocina en busca del aperitivo. Los ojos de Osifar casi estallan cuando le da la espalda: ve el culo de ella. Va completamente desnuda debajo. Sin prenda ninguna. Yo salgo de la pequeña terraza, voy informal con pantalones cortos y camiseta con el logo de VIVA COSTA NUMENSIANA comprada en una souvenir de la zona que daba nombre a dicha localización.

-Buenas, ¿como estás?

-Bien, don Carlos.

-Puedes tutearme,Osifar, ¿qué tal tu familia? Me dijiste que no eras de por aquí.

-No, soy de Teferania, elegí este sitio por el idioma, en cuanto a mi familia tengo otro retoño de dos meses.

-Enhorabuena. Ya tenías otro si mal no recuerdo.

-No, tenía dos don Carlos, bueno… Carlos.

-También soy del club de los tríos, como veras me divorcié de mi mujer… y ahora -miro a Yaneli que se sienta.

-Bueno… lo siento don … perdón, Carlos.

-Tranquilo Osifar, son cosas de la vida. Yo tengo dos vástagos y una mujercita ya: dos de dieciocho y veinte, la Carla la mayor 24.

-Si… don… perdón… Carlos, tuve el ...