Departamento de foráneos (1)
Fecha: 14/02/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Sofia654, Fuente: CuentoRelatos
... conscientes que la relación se podía desgastar mucho si intentábamos forzar una relación a distancia. Decidimos que esa sería una especie de despedida, por lo menos momentánea.
Aquel día, en nuestro rincón especial, su mirada triste era como un poema no dicho, una expresión silenciosa de los cambios que sabíamos que llegarían. En la oscuridad de la noche, su silueta se recortaba contra las luces de la ciudad, y su presencia se convertía en una mezcla de añoranza y aceptación.
—¿Puedes creer que este sea nuestro último atardecer juntos aquí? —pregunté, mi voz temblando levemente.
Él asintió, sus ojos azules revelando una tristeza que compartíamos pero que ninguno de los dos quería admitir por completo.
Al llegar a la encrucijada de nuestras vidas, tomé una decisión dolorosa pero necesaria. La conexión que compartíamos, tan profunda y real, no podía sostener el peso de la distancia y las nuevas experiencias que me esperaban.
—Necesito hacer esto, Daniel. Necesito encontrar mi propio camino —le dije, mirando fijamente sus ojos.
En sus ojos encontré comprensión mezclada con tristeza. Entre lágrimas y abrazos, liberé nuestras manos entrelazadas.
En los dos años que teníamos de relación, intentó mucha veces que hiciéramos el amor, pero yo no aceptaba, no porque no sintiera deseo por él, sino que la educación en mi familia se basaba mucho en la religiosidad y la culpa, por lo que el tener relaciones sexuales era algo que prácticamente era impensable si no ...
... estaba casada.
Eso sí, ocasionalmente nos tocábamos nuestras partes íntimas, él sabía usar bastante bien sus dedos y siempre me hacía llegar al orgasmo al jugar deliciosamente con mi clítoris. Le llegué a dar un inexperto sexo oral, ya que sabía que lo ponía super caliente al punto de quererse correr en mi boca, pero nunca lo dejé, cuando sentía que se avecinaba una potente descarga de leche me quitaba.
Daniel nunca me hizo sexo oral, aunque un par de veces le tome la cabeza y delicadamente lo invitaba a hacerlo, pero se quitaba y en ambas ocasiones me volteó e intento meter su hermosa verga en la entrada de mi culo, cosa para lo que no estaba lista, me daba un terror enorme hacerlo y mi cuerpo instintivamente no facilitaba las cosas, se tenía que conformar con que me comiera su verga.
Ahora que ya no tendríamos una relación, quizá encontraría en otra chica la oportunidad de hacer todo lo que quiera sexualmente, para que cuando nosotros volvamos, no tenga problema con esperar hasta el matrimonio para tener sexo. Se supone que debo sentir celos por eso, pero, al contrario, me alegro pensando en que él pueda satisfacer esa necesidad.
De mi parte no creo que en mi estancia en la ciudad vaya a tener acción, a pesar de ser muy caliente, tengo muy malas habilidades sociales como para iniciar un romance con alguien más. Eso sí, mi pequeño juguete sexual me iba a ayudar a no sentir la necesidad de una verga de carne humana, para así poder olvidarme de los chicos y dedicarme al ...