Anhelos en la Penumbra: El Lobo y la Coneja
Fecha: 19/02/2025,
Categorías:
MicroRelatos,
Autor: Paul, Fuente: TodoRelatos
En la penumbra de la habitación, Lucas, un lobo de pelaje castaño y ojos avellana, se sentía nervioso pero excitado. Había conocido a Elena, una coneja con una sonrisa traviesa y curvas irresistibles, hacía apenas unas semanas en una fiesta, y desde entonces no podía sacarla de su mente.
Cuando llegó a su puerta esa noche, encontró a Elena vestida solo con una fina bata de seda que apenas cubría su cuerpo, revelando sugerentemente sus curvas. Elena lo invitó a entrar con una sonrisa pícara en los labios, y Lucas sintió un escalofrío recorrer su espalda ante la anticipación de lo que estaba por venir.
—¿Te gusta lo que ves? - Elena preguntó con una mirada traviesa y una pizca de inseguridad, buscando la aprobación en los ojos de Lucas.
—Elena, me siento como si estuviera en un sueño contigo. - Lucas expresó con una mezcla de nerviosismo y emoción mientras tocaba suavemente la mano de ella.
Sin decir una palabra, la coneja lo tomó de la mano y lo condujo hacia el sofá, donde una bandeja con fresas bañadas en chocolate los esperaba junto a una botella de champán. Entre risas nerviosas y miradas cargadas de deseo, empezaron a comer las fresas, dejando que el chocolate derretido se deslizara por sus labios y sus dedos.
—Lucas, esto es... increíble. - Elena murmuró con una sonrisa juguetona, disfrutando del juego sensual que estaban compartiendo.
Con cada bocado, la tensión entre ellos crecía, hasta que finalmente Elena dejó la bandeja a un lado y se acercó ...
... lentamente a el lobo. Sin decir una palabra, se sentó en su regazo, sintiendo el calor de su cuerpo contra el suyo. Lucas la rodeó con sus brazos, atrayéndola aún más cerca, y sus labios se encontraron en un beso lleno de pasión y anhelo.
—Elena, no puedo resistirme más a ti. - Lucas susurró entre besos, dejando que su deseo se desbordara.
Sus lenguas se enredaron en un baile sensual mientras sus manos exploraban cada centímetro de piel expuesta. Elena susurró palabras traviesas en su oído, alimentando el fuego que ardía entre ellos. Sin poder contenerse más, Lucas la llevó hacia el dormitorio, donde se entregaron el uno al otro en un torbellino de deseo desenfrenado.
Elena se deshizo de su bata de seda, revelando su desnudez ante los ojos hambrientos de Lucas. Él la observó con admiración, maravillado por la perfección de su cuerpo. Sus manos ansiosas recorrieron cada curva, cada contorno, explorando cada rincón de su piel suave y cálida.
—Lucas, quiero sentirte cerca de mí, ahora mismo. - La coneja murmuró con anhelo, deseando la cercanía física con él.
Elena se estremeció ante el toque del lobo, susurrando su nombre con un anhelo desenfrenado. Él respondió con besos ardientes que recorrían su piel, dejando un rastro de fuego a su paso. Cada caricia, cada beso, cada susurro aumentaba su pasión hasta que finalmente se encontraron en el éxtasis del deseo compartido.
Después de una serie de besos y caricias apasionadas, se separaron solo por un momento para ...