Una noche de fiesta con mi hermana
Fecha: 01/03/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos
... suelo entre mis piernas pero irguió el torso y se inclinó hacia mi cuerpo. Entonces agarré las mangas de su vestido y las deslicé hacia abajo por sus brazos. A medida que el vestido bajaba, el escote era mayor, hasta que finalmente sus pechos quedaron completamente al descubierto.
No voy a decir que eran unas tetas impresionantes, como las que tienen tantas chicas por Instagram y redes similares, pero me gustaron mucho. Para tener una constitución delgada eran bastante grandes, más de lo que imaginaba, y tenían una buena forma, redondas y bien puestas. Y tenía unos pezones y aureolas exactamente como a mí más me gustan, pequeños y rosados. Mi hermana no reaccionó porque le estuviera viendo las tetas, y tampoco cuando empecé a recorrerlas con los dedos. Eran suaves y blandas, los pezones muy agradables de apretar entre dos dedos, y sentí un pinchazo de excitación inmediato que me hizo desear chuparlas y lamerlas. Me dije a mí mismo que no era buena idea, pero Miriam me estaba dejando tocárselas sin problema y además ella bien que me había chupado el pene, así que la sujeté por los antebrazos y con delicadeza volví a tirar de su cuerpo hacia mí.
Miriam se incorporó y subió al sofá encima de mí, apoyando las rodillas una a cada lado de mi cuerpo, y se sentó justo encima de mi pene. Me incliné acercando la cara todo lo que pude hacia ella, saqué la lengua, y lamí uno de sus pechos. Pasé la lengua también por encima de su pequeño pezón, y entonces abriendo los labios, los ...
... coloqué alrededor de él, y lo empecé a chupar, usando los labios y la lengua. Era sensacional sentir el pequeño pezón dentro de mi boca, y lo sentí endurecerse y aumentar un poco de tamaño, a la vez que escuché a mi hermana proferir un pequeño gemido. Me saqué el pezón de la boca, chupé un poco más el resto del pecho, y entonces cambié al otro y se lo chupé también entero,a lamiendo la piel y mordisqueando con delicadeza el pezón.
Mientras le chupaba las tetas a mi hermana la mantenía sujeta por la cintura con mis manos, pero me fui animando y poco a poco fui moviendo las dos manos hacia su culo, hasta que empecé a acariciarlo por encima de la ropa del vestido. Miriam no se movió, no dijo nada ni intentó apartarme las manos de su culo ni mi boca de sus tetas, de manera que, al cabo de un rato, animándome aún más, introduje las manos por debajo de la ropa de su falda. No puedo decir que mi hermana tenga un culazo, pero a pesar de su constitución delgada lo cierto es que lo tiene redondo y bastante respingón, y ahora descubría que también es blandito y suave, y muy agradable de acariciar. Con el tacto vi que mi hermana llevaba unas braguitas de las que creo que se llaman brasileñas, es decir, con más tela que un tanga pero que le dejaba la mitad de las nalgas sin cubrir, y disfruté tocando de forma simultánea la piel de su culo directamente con mis dedos y a través de la fina tela de las braguitas.
Entonces aparté la cara de las tetas de mi hermana y levanté la vista hacia ...