METAMORFOSIS 203
Fecha: 03/03/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Betelgeuse, Fuente: SexoSinTabues30
... esos apetitosos sueños se encontraba cuando el niño de catorce años se vio obligado a retornar a la realidad por la repentina aparición de una bandeja que portaban tres especies de paletas de hielo en forma cilíndrica, de unos 10cm. de largo color rojo, la madre Venancio le extendió la bandeja pidiéndome disculpas, pues aún no encontraba los vasos y no tenía donde verter el líquido, pero que la empleada había puesto a helar esas paletitas apenas estuvo disponible la refrigeradora siendo lo único refrescante que podían ofrecerle mostrando así confianza hacia el “niño” por parte de la mujer y el “niño” respondía sonriente antes aquellas atenciones, entraron en una conversación conociéndose más, pese a ello el “niño” en parte no prestaba mucha atención a lo que la mujer le estaba diciendo, pues su mente se quedó centrada en el nombre de ese dulce niño que ya varias veces lo oía pronunciar, y al que como un eco se repetía una y otra vez acompañado de diversos planes que pudieran funcionar para poder conquistarlo y lograr la intimidad con Venancio sin que nadie los moleste, era que ya el “niño” y Venancio entraban en confianza y se hacían bromas y los más notable era que se rozaban los dedos y ya intercambiaban sonrisas cómplices, ese lugar era el propicio para conocerse más… “son de fresa” escuchó el “niño”, reaccionando de sus negros pensamientos, bromeando y como para tener un motivo para observar directamente en toda la dimensión a lo que creía que era la inocencia de ...
... Venancio, qué equivocado estaba el “niño” de pensar así, pues Venancio también había tenido atracción hacia el “niño”, había sido pura química, el “niño” al escuchar eso contestó: «No se preocupe señora, además estas paletitas son de Venancio y a lo mejor él ya les había planeado su destino», entonces Venancio rápidamente se acercó con una sonrisita pícara como si ya tuviese una respuesta ingeniosa para el dilema, alargó ambas manos hacia la charola y con cada una tomo una paleta, una se la llevó a la boca y la colocó entre sus finos labios para luego empezar a succionar suavemente, trayendo mil pensamientos a la cabeza del “niño”, y con la otra mano Venancio colocó la paleta restante en la boca del “niño”, y dejando un momento de chupar su helado Venancio le dijo al “niño”: «Te lo has ganado, si sigues así vas a poder pedirme lo que quieras» es obvio que Venancio lo dijo de la forma algo inocente posible, pero el cerebro del “niño” de catorce años se encargó de transformar todo, sacando a flote el lado morboso, se acordó entonces de que la madre de Venancio estaba allí y ella no debía ser tan inocente como su hijito Venancio, por lo que volteó su cara y enfocó su rostro y cuerpo de una forma juguetona y limpia de todo pensamiento impuro como le fue posible, le estaban esperando dos ojos intensos que sin perder detalle de sus gestos analizaba y buscaba la presencia o el brote de algún destello de perversidad y morbosidad, a lo que con suerte y mucha sangre fría el “niño” seguramente ...