1. Algo inesperado siempre es excitante


    Fecha: 27/03/2018, Categorías: Lesbianas Sexo con Maduras Transexuales Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... canciones, Tamara declaró que también regresaba a la mesa. Peter me tomó por la mano y me arrastró con él hasta el medio de la pista, donde se concentraba mucha más gente.Allí logró lo que buscaba: meterme sus dedos en mi vagina expuesta y hacerme acabar jadeando en un orgasmo intenso, mientras la gente alrededor nuestro seguía bailando sin notar nada inusual…Después de recuperar mi ritmo normal de respiración, le dije a Peter que fuéramos a la mesa con las chicas. Sabía de memoria que mi amiga Helena no iba a dejar que su macho me cogiera; así que yo debería conformarme con sus dedos y ese orgasmo tremendo que había tenido.Después de unos tragos frescos, intenté levantarme para ir al baño, pero trastabillé y casi me caí de bruces sobre Tamara. Ella se levantó muy solícita, diciendo que me acompañaría. Helena y Peter estaban muy entretenidos comiéndose las bocas a besos y explorando el cuerpo de cada uno con sus manos…Llegué al baño del brazo de Tamara y ella me hizo entrar en uno de los cubículos. Allí me hizo apoyar las manos en un mamparo y levantó mi vestido hasta la cintura. Mi trasero y mi vagina bien depilada quedaron a la vista de esa voluptuosa perra, que silbó por lo bajo admirando mis curvas.Me acarició desde atrás los pechos por sobre la tela del vestido y hurgó nuevamente mi concha con sus largos dedos. Esta vez no reprimí el salvaje aullido de placer que escapó de mis labios cuando Tamara me hizo acabar como a una perra en celo.Me quedé en la misma posición, ...
    ... sintiendo mis jugos que se deslizaban entre mis muslos…Tamara entonces se inclinó sobre mi espalda y susurró en mi oído:“Ahora es mi turno de gozar, nena…”Quise girar para poder ver su vagina y darle placer con mi lengua y mis dedos, pero ella me sujetó por los cabellos, manteniendo mi cabeza mirando directamente hacia el mamparo que estaba delante de mis ojos.Tamara me tomó con firmeza por la cintura y de repente, sentí una gruesa verga dura entrando entre mis labios vaginales. Grité por la sorpresa, pensando que Tamara le había cedido su lugar a Peter; pero cuando pude girar mi cabeza, vi que era Tamara la que me estaba penetrando con una verga enorme. Ella sonrió y me besó en los labios, diciéndome:“No te habías dado cuenta, Anita… yo quise cogerte desde que te conocí”.Jamás se me habría ocurrido que semejante belleza escultural pudiera ser un hombre… y además, un hombre muy, muy bien dotado; ya que su verga endurecida me estaba provocando un placer único. Tamara me bombeó la concha durante un buen rato, arrancándome jadeos y gemidos con cada embestida de su pija dentro de mi vagina. Me provocó dos orgasmos antes de que ella se vaciara dentro de mi cuerpo.Cuando regresamos ya satisfechas a nuestra mesa, no pudimos encontrar allí a Helena y a Peter. Tampoco estaban en la pista ni en la barra…Fuimos al estacionamiento y allí los descubrimos; cogiendo al estilo perrito en el asiento trasero del auto.Tamara y yo nos quedamos ahí cerca, disfrutando el espectáculo de los alaridos ...