1. El nuevo maestro del pueblo (5)


    Fecha: 16/04/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... piensas presentármela? – pregunté ya intrigado por conocer a esa mujer.
    
    - Pues si quieres ahora. Tengo que ir a por el pan y su casa está al lado. Te puedes venir y de paso conoces al marido.
    
    Casi me reí al pensarlo y quise hacer un chiste.
    
    -Y tendré que enseñarle el rabo delante del marido?
    
    - Jajajaja – se partió de risa – Que saláo que eres. El marido está en la panificadora, que es donde tiene el horno para cocer el pan, y su casa está a unos metros. Primero vamos a por el pan y después a su casa. La llamaré para decirle que vamos. Es muy presumida y se querrá poner mona.
    
    Adel se puso un vestido colorido como le había aconsejado y salimos de camino a la panadería. Saludó alegremente a algún vecino/a que nos encontramos por el camino y llegamos a la panadería. Un par de abuelas que había delante me miraron de arriba abajo con caras de intriga y cuando nos tocó el turno Adel me presentó a Manuel como el nuevo maestro.
    
    Manuel era un tío cordial, cabizbajo y con cara de cansado (como ella me había dicho). Su saludo no fue muy efusivo, y tampoco era de muchas palabras. Después de coger el pan nos fuimos hacia su casa que estaba a unos cien metros.
    
    -Ya tienen más más cuchicheos. – susurré a Adel de camino.
    
    - Jajaja, no te preocupes que entrando conmigo no podrán imaginar cosas raras.
    
    Eso me intrigó más. No sabía que iba a pasar, nos presentaría y nos iríamos? O pretendía dejarnos a solas? Si se iba ella antes lo que decía no tenía sentido, pues si me ...
    ... quedaba yo solo y las costillas estaban al tanto si que esos cotilleos podrían ser más pecaminosos.
    
    Cuando Laura nos abrió la puerta me quedé obnubilado. Se había puesto un vestido bastante corto y tremendamente escotado. Era de un color aceituna y se ajustaba a su cuerpo como si la hubiesen embutido. Era algo más baja que Adel, pero con unas tetas imponentes y unas caderas tremendas. La estrechez de su cintura hacía más exuberantes sus amplias curvas y los tacones de sus zapatos eran de vértigo. Si el vestido no hubiera sido algo elástico estaba seguro que las tetas lo hubiesen reventado.
    
    Tenía una cara redondita y risueña, y los labios impregnados con un carmín rojo fuerte remarcaban su amplia boca. Lo primero que pensé es que con esos labios sería una gozada que me la chupara, pero mi mente salida y calenturienta no se quedó ahí. También pensé que con ese culazo podría darme una cabalgada salvaje agarrado a su estrecha cintura.
    
    Pasamos y después de saludarme con dos sonoros e intensos besos en las mejillas nos ofreció café. Los cinco primeros minutos de conversación no paro de adularme, que guapo que era, que qué joven, que lo bien que le iba a venir al pueblo un maestro así, y todo ello sin dejar de removerse en el sillón cruzando las piernas de un lado a otro sin parar, y con ese vestido tan corto pues le veía las bragas en cada movimiento.
    
    Adel no tardó en decir que se tenía que ir a realizar las labores de la casa, pero Laura insistió en que yo me quedase un ...
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