Carnaval caliente - Relatos Eróticos

Carnaval caliente

En este carnaval tenía sobre cuarenta años me había arreglado muy bien y por supuesto una vez que me visto la lencería que me pongo es femenina bien maquillada rasurada completamente y haciendo un comportamiento porque no decirlo de bastante zorrita.

Enseñando mis braguitas tanto a chicos como a chicas y usando la provocación como diversión ya que siempre a todo el mundo le pueda caber la duda de si estás fingiendo o es realidad.

Era domingo noche y teniendo el lunes y el martes festivo todavía la noche se presentaba de lo más apetecible.

Había estado bailando tanto con chicos como con chicas y el cachondeo era a veces de tono subido pero casi exclusivo con las chicas ya que con los hombres si tienes dudas hay que andar con cuidado.

Estaba descansando apoyado en Navarra dando la espalda a la gente cuando sentí que una mano se deslizaba bajo mi cortísima falda mientras me sujetaba de un brazo y intentaba decirme algo al oído.

??? _ no te gires creo que te gusta esto.

Evidentemente no me gire y sentí como durante un rato amasaba mis nalgas y jugaba con la tira de mi tanga.

??? _ ahora no tengo ninguna duda de que sí que te gusta, te gustaría algo más fuera de aquí.

Como no me podía girar moví mi cabeza asintiendo.

Me pasó un número de teléfono en un cacho de papel.

No me giré para atrás y espere cinco minutos, salí del bar y busqué una zona más tranquila para hablar por teléfono.

Yo_ hola soy yo. El de hace un momento en el bar.

??? _ sí la ...

... putita travestida estará mejor dicho la de hace un rato en el bar, entiendo que tu disfraz es algo más por consiguiente tú comportamiento debería ser en femenino en todos los aspectos.

Yo_ sí claro por supuesto tienes razón me gusta sentirme mujer y por supuesto zorrear.

Durante un buen rato mantuvimos una conversación en la que se fue calentando la cosa hablando de los gustos y de lo que podíamos hacer aquella misma noche sí terminábamos de estar de acuerdo.

A estas alturas yo ya estaba bien caliente y no me importaba para nada irme con aquel tipo y así se lo hice saber, me dijo que se llamaba Manuel que como era de fuera tenía acogida una habitación en un hotel y que le encantaría que pasásemos un buen rato allí.

Me dio el código de la habitación y me propuso que le esperase allí después de darme una buena ducha y me volviese a arreglar. Le dije que llevaba ropa interior limpia en mi bolso y maquillaje para volverme a pintar.

Llegué a la habitación me di una ducha rápida y vacié mi ano ayudado con el flexo de la ducha me vestí me perfume me maquillé y esperé a que subiese mi misteriosa cita. Manuel volvió a llamar pidiéndome que le esperase fue a la habitación para que él también se duchase y que me avisaría cuando volver.

Me pareció algo extraño pero si ya había estado en su habitación no creo que fuese una broma de mal gusto así que salí como me había indicado y me di una vuelta hasta que me llamó.

Volví a subir a la habitación y entré viendo a Manuel ...