Mi vida como maestro 10. Una consulta medica inesperada - Relatos Eróticos

Mi vida como maestro 10. Una consulta medica inesperada

Antes de llegar a mi apartamento, en el camino le estuve manoseando el penecito a Wilmito, con mi mano subía y bajaba su prepucio haciendo que este soltara pequeños gemidos de vez en cuando, lo que provocó que en un momento de su penecito empezara a salir precum, lo cual aproveche y tome con mis dedos para luego llevármelo a la boca y saborear ese dulce néctar que salía de su lindo tronquito, cuando íbamos llegando a mi apartamento note a Wilmito tenso, supongo que por el hecho de que no tenía pantalones ni ropa interior y tendría que salir así del auto, aunque bueno no era la primera vez que estaría así en este edificio

––Yo: ¿Qué ocurre? Te noto algo tenso

––Wilmito: Es porque no tengo nada de la cintura para abajo

––Yo: No te preocupes, será por corto tiempo, solo desde que salgas del carro a mi apartamento, ¿además no sería la primera vez que estés así aquí o sí?

––Wilmito: No claro que no, pero aun así me da vergüenza

––Yo: No tienes nada de qué avergonzarte, menos con un cuerpo tan lindo como el tuyo (acto seguido le acaricié su penecito y también subí mi mano hasta su pecho)

Wilmito sonrió un poco mientras yo acomodaba el carro en el estacionamiento, luego le acaricie el cabello

–– Yo: Bien vamos a hacer lo siguiente, vamos a salir del auto y vamos a subir hasta mi apartamento, todo el tiempo vas a estar conmigo así que no hay problema

–– Wilmito: está bien

Luego de esto salimos del auto, Will obviamente estirando su camisa hacia abajo ...

... para taparse, salimos del estacionamiento vigilando que nadie nos siguiera y pedimos el elevador, el cual tardó un poco en bajar, al notar que se demoraba tanto tiempo Will se empezó a asustar pues tal vez venía gente bajando en él y cuando se abrieran las puertas lo primero que verían sería a un niño sin pantalones, así que tan pronto vio que ya iba a llegar, prefirió ocultarse tras un muro y esperar. Cuando se abrieron las puertas efectivamente salieron algunas personas y se dirigieron a la recepción para salir del edificio. Yo mientras entre al elevador llame a Will y presione el botón para que las puertas no se cerrasen, Wilmito entró corriendo, tan pronto estuvo adentro presione el botón que nos llevaría a mi piso, en ese momento Wilmito se calmó un poco, pero esto no duró mucho ya que antes de que se cerraran las puertas una mano se interpuso en su camino y estas se volvieron a abrir. En ese momento Wilmito se asustó mucho y miró hacia todos lados, pero no tenía a donde correr. Acto seguido entró un hombre al ascensor, yo me asuste un poco porque podría decir algo por estar con un niño en esas condiciones, pero luego pensé que, si algo inventaba alguna mentira, como que se había orinado o algo así. Lo que más me sorprendió fue ver al hombre que entró, pues era con quien Will había tenido un encuentro cuando salió de mi apartamento hace unos días en búsqueda de sus pantalones, era muy irónico que se volviera a ver y justo en las mismas condiciones pues Will no tenía ...