La amiga de mi hermana, competencia de mi "coño"
Fecha: 13/05/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Tentaxxxcion, Fuente: CuentoRelatos
... dispuesto a bien recibirme. Seguí en el vaivén por casi 10 minutos, los mejores de mi vida, mi pene por fin estaba en una vagina de verdad, follando una mujer de verdad, pensando en dejarla preñada perdí la consciencia por segundos, segundo que fueron suficientes para sin lugar a dudas, avizorar una gran corrida. Ella pudo sentirlo, pues mi pene comenzaba a latir de más, quiso quitarme, pero mi cuerpo era más grande, y evitó que eso sucediera.
Cuando estaba a punto de correrme, suavemente le dije al oído. ¡Aún no son ni las 2 de la mañana! Ella se dio rápidamente cuenta de lo que pasaba, con un ¡Qué! Pero nada ya pudo hacer pues mi cuerpo sobre el de ella le impedía moverse, y mis brazos sujetaban su cabeza a tal punto que solo le permitieron dar un pequeño gemido de placer cuando mi carga de semen salió directo a sus ovarios llenándole el útero por completo. La abracé fuertemente, aún con mi pene dentro de ella, como el sofá era ancho, aproveché y me acosté junto a ella, al punto que hicimos cucharita. Me quedé con ella unas horas, luego me levanté, la besé en la frente, y le di las buenas noches. Ella me miró con cara de niña asustada, y se encogió a seguir durmiendo.
A la mañana siguiente, salí a la sala. Ella estaba allí con mi hermana y el resto de sus amigas. Nos miramos unos segundos, y luego ella se fue con mi hermana, a su día de chicas. Era obvio que le había dado su madrugada de leche en su útero. Y como claramente era de esperar, a diferencia de las ...
... corridas que le daba a mi baranda, estas no hacían que quedara encinta. Sin embargo, la amiga de mi hermana si lo hizo. Al mes, mi hermana me hizo saber que su amiga iba a ser mamá. Razón suficiente para contactarle y decirle si debía hacer algo, pero ella me negó que fuera mío, me dijo que ya estaba embarazada para cuando ella lo hizo conmigo. Eso de alguna forma me rompió el corazón, y aunque fuera mentira, era claro que ella no me quería.
Como si fuese un esposo infiel, volví esa noche al filo de mi baranda, y tras despojarme de mis ropas, completamente desnudo la acaricié suavemente, posicioné mi pene sobre ella, y procedí a darle sube y baja en vaivén tantas veces me fue posible frotar mi trozo de carne, hasta que sentí como estaba a punto de eyacular, apresuré mis movimientos y procedí a soltar chorro tras chorro de leche, que terminaron rebalsando mi prepucio, al punto que toda mi esperma se esparció en "ella". Concluyendo cuando acerqué mis labios a ella y le dije: ¡Es a ti, a la única a la que quiero dejar preñada, y la única, como es que ya te lo he dicho, mediante la cual perder mis preciadas gónadas de tanto darte sin parar!
Esa vez, plena noche sin luna, totalmente en la oscuridad, procedí aún desnudo, a subir 3 peldaños hacia arriba, me situé de nuevo sobre mi baranda, pero "en el aire", enrollé mis piernas debajo de ella, así como mis brazos, quedando yo sobre la baranda desnudo, y abrazado a mi "amada". Mi rostro lo coloqué de lado, quedando abrazado a "ella". ...