1. Llevando a mi sobrina en las piernas. Vacaciones divinas


    Fecha: 16/05/2025, Categorías: Incesto Autor: El sabroseador, Fuente: CuentoRelatos

    ... el borde entre sus nalgas hasta que llegué a su ano y su vagina y fue cuando me di cuenta que no traía calzones. Sentir su raja húmeda, caliente y palpitante.
    
    Comencé a deslizar mis dedos sobre sus labios mayores, logré llegar a su vulva y sentir ese clítoris que ansiaba probar, pero empecé a pensar que ya estábamos yendo demasiado lejos. Así que saque mi mano y la deje solo sobre sus nalgas.
    
    Seguimos el viaje como si nada hasta llegar al balneario.
    
    Como nos quedaríamos, fuimos a ver lo del hospedaje, nos instalamos en la habitación. Todos nos cambiamos y nos fuimos de inmediato a las albercas.
    
    Las sobrinas estaban jugando, mi mujer y yo platicando en la alberca y mi cuñado se fue a beber unas cervezas.
    
    Ya rumbo a la tarde, mi cuñado estaba muy tomado. Se le subió muy rápido así que se fue a dormir al cuarto, MI mujer se sentía algo mareada por las chelas que tomo y por lo cansado del viaje. Me dijo que si me podía dejar a cargo de las sobrinas a lo cual le dije que sí, que no se preocupara.
    
    Comimos algo y las hermanas decidieron subir a descansar también así que todos nos fuimos hacia la habitación.
    
    Cuando todos ya estaban dormidos mi sobrina me dijo que si la acompañaba al restaurant porque se había quedado con hambre así que bajamos a ver qué encontrábamos.
    
    Bajando las escaleras ella se paró frente a mí y me dijo que le encanto como la toque en el coche pero que deseaba más. Que por favor siguiéramos y que no diría nada. Yo no pensaba con claridad ...
    ... y fuimos hacia abajo, buscamos un lugar apartado y obscuro.
    
    La bese como nunca había besado a nadie y sentía que iba a explotar. Ella saco mi verga del short y se puso de rodillas. Comenzó a meterlo a su boca de una manera que no pude aguantar y le llené la boca de semen, veía como escurría entre sus labios. Ella sacaba su lengua y me dejaba ver como jugaba con mi leche hasta que se la comió toda.
    
    Era momento de regresar el favor así que la recargue en la pared, me pude de rodillas, subí una de sus piernas a mi hombro y acerque mi boca a su vagina. Que delicia y que olor tan peculiar, la sentía temblar en cada ocasión que mis labios recorrían los suyos, cuando la punta de mi lengua jugaba con su clítoris. Sentía como escurría entre mi boca y me excitaba aún más.
    
    Sentí su orgasmo. Sus piernas no dejaban de temblar. No lo pensé. Me puse de pie, le di la vuelta y con ambas manos abrí sus nalguitas y usé la punta de mi verga en su ano. Ella se espantó un poco porque jamás nunca lo había hecho por ahí.
    
    Obvio no se lo metí, pero si le hice sentir lo que seguiría más adelante.
    
    Después de eso, subimos a la habitación y afortunadamente todos seguían dormidos.
    
    Cada quien se acostó en su cama y al siguiente día todo el regreso a casa fue muy similar a la ida. Disfruté tanto venirla tocando que cuando se fueron no pude hacer otra cosa que entrar al baño, oler mi mano mientras me masturbaba pensando en esa deliciosa mujer.
    
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    para poder ...