La polla de Tomás (3)
Fecha: 21/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos
... lo mal que me tratan en este centro, no me hacen caso en nada que les digo.
- ¿En qué sección estas ahora?
- Ahora me han traído una carta para que pida comida, en una sala, me tienen envuelta con toallas, están fresquitas, aquí se está bien.
- Bien, cuando termines, te recogerá un taxi y te llevará a casa. No se te ocurra hacerte nada en el pelo ni en el maquillaje. Quiero verte tal y como te dejen, y cuidado en desobedecerme, sabré si te has tocado hasta un pelo. Estoy invirtiendo mucho dinero contigo, no te la juegues.
- ¡Ay Tomás como eres! ¿Qué crees que soy tonta?
- Sí.
- No me digas esto Tomás, que me pongo triste.
- Va, con lo dicho, espérame en casa.
- Si cari
- Si me vuelves a llamar cari te azotaré.
- ¡Auuf cómo eres!
- Adiós Carmen
- Adiós Tomás.
Rosa, le confirmó el programa planeado. Tomás se lo agradeció. Tomás sabe que Rosa es la eficiencia pura en la oficina, es la secretaria perfecta. Su padre le tiene un muy gran aprecio y es del personal mejor renumerado en nómina de la empresa. Tomás había aprendido de su padre que el éxito empresarial se debe a saber escoger a la gente que tiene que rodearte.
Tomás ve aparecer tras los cristales a Raquel, todo el personal de oficina va despareciendo, es la hora de la comida. Tomás espera a que todos se hayan ido. Sale, saluda a Raquel y se dirigen a un taxi que les espera en la puerta. Tomás da una dirección al taxista y en silencio se dirigen al lugar. Raquel se va ...
... sorprendiendo al ver que el taxi abandona la ciudad y se dirige a un pueblo cercano que es un conjunto histórico artístico medieval. El taxi les deja en una plaza. Hay un restaurante en un edificio histórico, el maître les acompaña a una mesa en la terraza con vistas a un puente románico. Raquel se siente diminuta al lado de Tomás y en un sitio así, pero está feliz. Una mujer que no ha podido darse caprichos en la vida, viuda y con dos hijas a cargo y que no hace otra cosa que trabajar cuando no es en la fábrica es en su casa, aquel chico guapo, espectacular, inteligente, con esa voz y mirada que cautiva; al que le había hecho una mamada en un servicio de la fábrica, lo tenía ahí de anfitrión en un lugar de ensueño. Raquel llevaba ya mucho tiempo sin haber follado y ahora estar comiendo con Tomás le emocionó y lloró.
- ¿Le gustan los caracoles Raquel?
- Me encantan
- ¿Y el cordero a la brasa?
- También mucho
- Pues Raquel, hoy nos vamos a zampar unos caracoles y una buena brasa de cordero con alioli ¿Le apetece?
- Perfecto
Raquel al ver este tono jovial, amistoso y diferente en Tomás, se contagió de juventud y su carácter revivió en mucho tiempo la felicidad escondida de su vida. Acompañaron la comida con un buen cava, que Tomás servía a Raquel incitándola a beber, no para emborracharla, solo para tenerla feliz.
- Raquel lo que quería yo comentarle. Puede contestarme o no, entenderé su posición y no va variar nada en nuestra relación.
- No se preocupe Tomás, ...