La polla de Tomás (3)
Fecha: 21/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: UGUI, Fuente: CuentoRelatos
... eso, ni buenos amantes. Tomás es raro, pero aunque sea joven es adulto de mente, inteligente y además de tener una polla fuera de lo común folla de mil maravillas ¿Qué puedo perder? ¿Follar y que me paguen? Pues adelante. Carmen con estos razonamientos va al encuentro de Tomás que ahora está en su tumbona. Al ir acercándose a él, más le gusta este muchacho, cada vez que lo mira se siente afortunada de follar con él y de tenerlo en este momento a su lado.
- Tomás ¿Puedo hablar contigo?
- Hola Carmen, si el tema es interesante, sí, si no lo es no perdamos el tiempo ni tu ni yo.
- No seas tan duro conmigo Tomás. Es sobre lo que me has propuesto ¿Hay que hacer de puta?
- Vaya ¿Te has decidido a saberlo?
- Sí.
- ¿Lo cojo como una afirmación o es un farol que me haces para entretenerte?
- Va en serio Tomás, te he hecho caso y he reflexionado, quizás la primera vez en mi vida que reflexiono sobre algo tan importante.
- ¿Estas dispuesta?
- Si
- Después pediré al catering algo suave para cenar. Quiero que te pongas lo más sexy y elegante que tengas aquí de ropa para la cena. Prepara una bolsa con la lencería más sexy que tengas. Todo sensual, pero con glamour ¿Entiendes?
- Sí ¿para qué?
- A partir de ahora nunca me preguntes por qué hago o digo alguna cosa, todo siempre lo sabrás a su debido tiempo. Tú limítate a obedecerme. ¿Te gusta el sushi?
- Sí, me encanta
- Está bien cenaremos sushi, empieza a ir a preparar lo que te he dicho.
- ...
... Voy
Carmen se marchó feliz, había puesto su futuro a manos del hijo de su amiga. Un joven extraño que tenía una polla que además de enorme era bonita. Pero le vino un relax absoluto saber que no tenía por qué preocuparse ya más de su futuro, que él la guiaría y ha confiado su suerte a Tomás. Tomás se fue a su cuarto.
Al rato llamaron a la puerta los del catering, llevaban la comanda. Tomás llamó a Carmen para decirle que en cinco minutos la cena estaba servida. Carmen bajó tal y como le había dicho Tomás que vistiera. Estaba imponente. Un vestido largo verde casi negro, semitransparente, abierto en un lateral desde las axilas hasta su muslo, el escote era generoso, pero más generoso era el de su espalda que llegaba hasta donde se empieza a insinuar la raja del culo. Llevaba un colgante de brillantes a juego con sus pendientes. Unos zapatos de tacón de color rojo intenso. Sus carnosos labios se abrieron para decir que estaba ahí.
Tomás en pelotas, le sonrió como muestra de aprobación. La mesa estaba puesta bajo la pérgola del jardín. El ambiente lumínico era tenue y romántico Una vela en el centro, un plato con una docena de ostras y una bandeja con sushi. Una cubitera llena de hielo con una botella de cava Brut del Penedés, unas mini tostadas con caviar. Empezaron a comer. Carmen tenía interés en que Tomás empezara a explicarle cuál sería su trabajo, él se limitó a decirle que todo a su medido tiempo, ella que ya iba conociendo a Tomás no volvió a insistir. De fondo un ...