1. Desde bien joven siempre me llamó la atención ponerme ropa femenina y algo más….


    Fecha: 29/05/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... yo haría todo lo que él me dijera que hiciera, sin pensar en lo que me esperaba, pero que no le dijera nada a nadie y mucho menos a mis padres.
    
    Al escucharme, sin soltarme el brazo, me dijo. “Qué bien trato hecho, yo no digo nada a nadie ni a tus padres, pero a cambio tú desde ya haces todo lo que yo te ordene.”
    
    Yo mientras él me decía eso, asentía con mi cabeza, sin pensar en más nada, hasta que lo escuche decirme. “Agáchate y ponte a mamar.”
    
    Aunque en infinidad de ocasiones había fantaseado con tener entre mis manos su miembro, una cosa era imaginarlo y otra que me viera obligado a mamárselo de verdad, y vestido, así como estaba.
    
    Mientras aun me tenía bien sujeto por el brazo, con su otra mano abrió la bragueta de su pantalón y extrajo con sus dedos su semi erecto miembro.
    
    El que yo al verlo me asusté más todavía, y hasta traté de soltar mi brazo, pero fue algo inútil, ya que su fuerte mano me sujetaba firmemente.
    
    Dándome una sacudida me dijo. “O prefieres que todo el mundo y tus padres se enteren de que ellos tienen otra hija.”
    
    Resignado me arrodillé frente a mi vecino, y lentamente fui dirigiendo mi mano derecha a su miembro.
    
    El que cuando lo agarré con mis dedos, parecía tener vida propia, palpitaba y al tacto lo sentí caliente.
    
    De manera torpe, comencé a agarrarlo, con algo de miedo o repulsión, pensando en que él me había dicho que me pusiera a mamar.
    
    Sin soltarme, me repitió que se lo mamase, ya con su miembro frente a mi rostro, por ...
    ... lo que resignado y cerrando mis ojos, dirigí su ya erecto miembro directo a mi boca.
    
    Al principio, aunque de manera bien torpe me puse a mamar su verga, comencé a sentir como esa cosa dura, caliente y con ese raro sabor, como entraba y salía de mi boca.
    
    En cierto momento hasta me produjo algo de nauseas, pero otra fuerte sacudida que me dio hizo que desaparecieran las ganas de vomitar.
    
    Yo únicamente me dediqué a mamar, pensando en hacerlo lo mejor posible, y hasta en cierto grado disfrutando de tener semejante cosa dentro de mi boca.
    
    Cuando me dijo. “Nena, ahora ponte en cuatro para que realmente sepas lo que es bueno.”
    
    Una cosa era estar mamando y otra muy diferente el que él me lo fueran a meter de verdad, y aunque al principio me negué con todas mis fuerzas, él sin dejar de sujetarme, me colocó sobre el sofá boca abajo.
    
    Y de un solo tirón me arrancó los pantimedias que estaba usando en esos momentos, para luego levantar la corta falda que tenía puesta.
    
    El peso de su cuerpo sobre el mis piernas separadas me impedía escapar, fue cuando comencé a sentir sus dedos, primero entre mis nalgas, y casi de inmediato los fue enterrando poco a poco, mientras me seguía diciendo. “Nena, relájate, porque si no entonces si te va a doler, putita.”
    
    Yo lo escuchaba tratarme como si fuera una chica, y en medio de todo eso me gustaba, quizás como momentos antes de que él llegase, yo había tenido un de mis juguetes favoritos enterrado entre mis nalgas, sus dedos no me ...