Inesperado encuentro
Fecha: 30/05/2025,
Categorías:
Intercambios
Autor: andy, Fuente: RelatosEróticos
INESPERADO ENCUENTRO DESPUÉS DE UNOS 30 AÑOS
Estaba departiendo en el comedor del club con los amigos que nos reuníamos cada jueves de semana, cuando sentí un golpecito en el hombro. Al voltear encontré a una señora de presencia agradable, que me miraba con una sonrisa.
¿Sí? Dije, mientras me levantaba. Andrés, siempre tan poco fisonomista, me lanzó.
Perdona, pero así soy, le contesté. Separándome de la mesa me dijo: Han pasado más de veintitantos años y yo aún te recuerdo muy claramente.
Mientras hablaba, mi cerebro trabajaba aceleradamente para despertar mi memoria, hasta que incrédulo le dije: no me digas que eres Alicia.
Efectivamente, soy Alicia. Al momento nos estrechamos en un cariñoso y largo abrazo.
Yo te hacía en Alemania, le dije sin soltarle las dos manos; qué sorpresa me has dado.
Estoy en Lima desde hace unos meses, ya que al quedar viuda hace un año, decidí vender todo y retornar.
Me gustaría conversar de tantas cosas y ponernos al día; este es mi celular y llámame cuándo puedas, entregándome una servilleta donde había escrito el número. Terminó diciéndome: regresemos a nuestras mesas, que nos están esperando.
Le dije, te llamaré de todas maneras, ya me hiciste el día al contactarme y darme ésta muy agradable sorpresa de volverte a ves.
Nos dimos beso en la mejilla y nos separamos, previo “nos vemos”.
Yo había cumplido 52 años y tenía un emprendimiento que me ocupaba el día. Cuidaba mi estado físico, para lo cual asistía ...
... al club para hacer tenis. Había sido enamorado de Alicia cuando ella tenía 18 años y yo 21. Nuestro romance duró 5 años ya que, cuando terminó sus estudios de administración, su padre la envió a Alemania para que aprendiera bien el idioma aprovechando que tenía otra hija residiendo allá.
Nuestro enamoramiento nos llevó a conocer nuestra sexualidad en niveles muy románticos. Siempre conseguíamos los permisos y pretextos para pasar los fines de semana juntos o llegar tarde los viernes o sábados de discotecas.
Ascendimos desde la masturbación mutua hasta las penetraciones.
Todo muy delicado y sin ningún extremo, ya que por nuestra juventud desconocíamos muchísimos usos para lograr el placer sexual.
Eso sí, usábamos preservativos casi siempre, salvo los primeros días previos a la siguiente menstruación. Esos cinco años fueron una etapa muy feliz y gratificante para ambos.
Iniciamos una correspondencia semanal. Pasados un par de meses o más, Alicia me anunció que su tía le había conseguido una beca para seguir estudios de posgrado en una universidad ubicada en otra ciudad, los cuales iban a durar unos 18 meses.
Obviamente, que la noticia que me envió Alicia me desarmó.
Yo esperaba que nuestra separación duraría unos 4 meses y ahora se convertiría en un par de años, por lo menos. Nuestra correspondencia se fue distanciando cada vez más, hasta que casi al año me escribió que debíamos suspender nuestra relación, puesto que a la distancia era sumamente difícil ...