La Señora Lucía Un hecho real
Fecha: 05/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: ugui1, Fuente: TodoRelatos
... jóvenes que yo, son los que me atraen. En eso hemos salido igual, me dije a mi misma.
Normalmente cuando tengo ganas de sexo, me busco chavales en el gimnasio o el club donde voy, en algún concierto, depende, soy bastante depredadora sexual y corro con la ventaja de no enamorarme nunca y ser eficaz en la caza. Mis voluptuosidades ayudan, pero me he dado cuenta que poseo un arte de seducción letal, y analizo muy bien al muchacho antes de flecharlo y acostarme con él, debe de reunir muchas condiciones, una de ellas, es que debe de ser dócil, sumiso y tener un pene un poco considerable, más que nada porque me gusta jugar con un pene en la mano, puede parecer extraño, pero todas tenemos nuestras manías libidinosas.
Los instalé en la habitación que les preparé, es una suite que hice construir en la casa precisamente para invitados, gozan del dormitorio, un amplio cuarto de baño, incluso con un pequeño jacuzzi y un salón con una amplia terraza y con vistas y acceso a la piscina. Era verano, la podrían disfrutar.
Cuando tuve ya la comida casi lista solo a falta de los toques finales para la hora de comer, serví para los tres un vermut con hielo, sifón y con unas aceitunas, para tomar mientras hablábamos sentados alrededor de la mesa. Mi hija iba contándome cosas de ella y de él. Siempre hemos hablado ella y yo muy claro, mas como dos amigas que como madre e hija, me dijo que conoció a Francisco cuando era un alumno suyo en el instituto, que entablaron cierta confianza ...
... llegando a ser novios y ahora ya vivían juntos. Los padres de él no aceptan la relación que tiene con su ex profesora por lo que decidieron irse y cambiar de domicilio, viven en un pueblo cerca de la ciudad y así pueden pasar de los comentarios mal intencionados, y también de los chismorreos de su círculo de familiares y amistades.
Francisco continuaba asistiendo a la universidad, ella le obligaba y con lo que ella ganaba de profesora y con su negocio del arte y las antigüedades vivían muy cómodamente.
Teníamos buen ambiente en la mesa, empezamos a contarnos anécdotas de recuerdos felices y nos reíamos rememorándolos. Ya nos habíamos tomado dos rondas de vermut, cuando les propuse irnos al jardín y a la pérgola de la piscina. Propuse comer allí y mi hija aceptó encantada.
- Sí mamá, mejor comemos en la pérgola del jardín, y un baño ahora ¡Qué bien!
- La verdad que sí hija, después de estar al lado del horno y los fogones ahora un baño me irá de perlas ¿A ti te apetece Francisco?
- Claro, señora, como a usted le vaya bien.
- Mira Francisco y me da igual que mi hija este delante, pero si me vuelves a llamar señora, te voy a dar de guantadas de aquí a la capital.
Mi hija se rio y Francisco también.
- ¿Tan vieja me ves Francisco?
- No, no, para nada Julia, al contrario se la ve a usted muy joven.
- Margarita, le dices tú a tu novio que me tute, o si se lo digo yo, le hago tragar agua en la piscina.
- Ja, ja, ja. Ya te imagino haciéndole tragar agua, no ...