1. Amor inesperado de una joven casada. 5


    Fecha: 06/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos

    En ningún momento de la noche había imaginado que me quedaría a solas con esa joven. Carmen se acababa de ir y al cerrar la puerta apoyé la espalda en la madera. Adoraba a esa mujer, lo que acababa de pedirme era la muestra de amor más grande que nadie me había dado nunca. Sabía perfectamente todo lo que esa chica provocaba en mi y a pesar de ello me permitía estar con ella. Respiré profundo intentando calmarme y me fui a la habitación.
    
    Pocas veces sonreía pero, al verme aparecer por la puerta, sonrió iluminando aún más si cabe su precioso rostro. Seguía desnuda y me esperaba sentada en la cama. En silencio, me senté frente a ella.
    
    - Gracias por dejarme quedar a dormir contigo.
    
    - Perdona por lo de antes – le dije.
    
    Me embriagaba observarla. Acercando mi mano a su cara la acaricié. Ni una sola imperfección. Ella hizo lo mismo conmigo y acarició mi rostro.
    
    - Cuando te vi en la fiesta lo primero que pensé fue que eras muy guapa – me confesó – No pensé que te fijarías en mi.
    
    - Eres perfecta, cariño – le dije – Era imposible no fijarse en ti.
    
    Mi corazón latía agitado.
    
    En silencio recorrí sus brazos, su cuello. Ella hacía lo mismo y miraba por donde pasaba la mano como intentando grabar a fuego en su mente mi cuerpo. Las caricias estaban haciendo que nuestros pezones fueran creciendo rápidamente. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no cerrar los ojos cuando su mano pasó por mi pecho. Yo apoyé la mía en el suyo y nos estremecimos juntas.
    
    - Eres la ...
    ... primera persona que me acaricia el pecho – me dijo entre temblores.
    
    - Carmen no te lo acarició? – le pregunté sorprendida.
    
    - No. Cuando estabas con los ojos tapados se lo pedí pero me dijo al oído que tú tenías que ser la primera en hacerlo.
    
    Escuchar aquello me emocionó y sentí mi corazón encogerse de amor por mi vecina.
    
    Acaricié su pecho despacio. Me recordó mi pecho cuando tenía doce años, en forma de gota y con el pezón hacia arriba aunque mi pezón, por entonces, eran mas pequeño. Me gustó la sensación de cerrar la mano y ver que desaparecía dentro de ella.
    
    - Te gusta que te lo acaricie?
    
    - Me gusta mucho – sus ojos brillaban al contestarme.
    
    Acaricié su pezón y ella, imitándome, acarició el mío haciéndome suspirar.
    
    - A ti te gusta que te acaricie el pecho? – me preguntó.
    
    - Si, me gusta mucho.
    
    - A mi me gustó mucho meterlo en la boca – sus dedos daban tirones en él – Me sorprendió lo grandes que se os pusieron al chuparlos. Siempre pasa así?
    
    - Nunca lo había visto así de estirado – le confesé.
    
    Aquellos suaves tirones estaban haciéndolo crecer mucho. Quizás a ella también le gustaría sentir eso y atrapé el suyo con suavidad y tiré de él con mucha delicadeza. La expresión de su cara cambió. Le costaba mantener los ojos abiertos y su boca cogía aire con dificultad.
    
    - Antes… - le dije – Cuando mamaste mi pecho … Por qué lo mordiste?
    
    - Lo leí en un libro – me contestó – Leí que hay mujeres que les gusta que se los muerdan.
    
    - A Carmen ...
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