LAS TETAS DE LA ORUREÑA
Fecha: 28/03/2018,
Categorías:
Sexo oral
Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos
... yo me daba el festín chupándoselos, sintiendo esos pezones apuntando al interior de mi boca y reteniendo al filo de mis labios el borde de sus aureolas, ahí chupaba con gusto, en cada chupada, succionaba más adentro de mi boca sus pezones. Sintiendo sus tiernos pezones en mi lengua apretándolos hacia mi paladar, pude degustar la delicia de esa piel, sentir su calidez y a la vez su firmeza, advertía cierta dureza al borde de sus pezones que rozaba mis labios y mi excitación me llevaba a apretar más con la lengua para, otra vez, sentir aquella sensación que me producía. Después ella dejo que sus pechos cayeran de mi boca con su propio peso hacia abajo, ella me miro sonriente, y viendo que sus pechos habían quedado húmedos por mi boca, los volvió a tomar por debajo y sosteniendo sus pezones hacia arriba, tal como ya lo había hecho, pero esta vez para que ella misma recogiera de sus pezones la humedad que había dejado en ellos con mis chupadas. Se metió sus pezones a la boca, y empezó a lamérselos con ternura, con una suavidad que solo sus labios sabían hacerlo, recogía mi humedad de sus tetas para dejarlas impregnadas de sus propias lamidas. Contemplar aquella auto mamada de sus propias tetas me llevo a una excitación que casi me hace perder la noción de todo a mi alrededor. Succionaba esos sus pechos de manera que me excitaba más y ella me miraba de reojo, me miraba como yo la miraba, y sabiendo que eso me gustaba, sabiendo que disfrutaba al verla darse auto satisfacción, se ...
... ponía a lamer con más ganas sus propias tetas. Pero al instante, se soltó, dejo de lamerlas repentinamente y tomando mis manos con las suyas me condujo nuevamente hacia sus pechos, yo invadí sus pechos con mis manos, los acaricie por sus costados, palpaba con mis dedos, podía sentir un par de venas que parecía que palpitaban en mi tacto, frotaba y acariciaba esas tetas por todos lados, era como amasar esas tetas y dejarme llevar complacido y alucinado por la forma y volumen de su redondez. Estrechando sus senos volví a posar mis labios sobre uno de ellos, me aferre a esa teta con ambas manos tomándola por sus costados, era tan firme su teta y su pezón salía hacia mi boca, que yo empecé dándole unos besos encima, para pronto comenzar a lamer ese pezón y sus alrededores, esa piel en mi lengua era tan fresca que me entregaba a ella en besos, en lamidas que elevaban levemente su pecho y dejaba que retorne a su lugar con su propio peso, mis manos soltaron ese pecho y comencé a acariciarlo por sus costados, era tan robusto que solo acariciando en solitario y por sus costados ese pecho pude darme cuenta de lo grande que era en realidad. Era tan redondo, tan carnoso que mis dos manos parecían no abastecerse para tomar ese pecho y mi boca abierta apenas podía tomar una porción de ese seno para lamerlo, para besarlo y volverlo a lamer, era algo que me producía una sensación por demás placentera, disfrutar de ese pecho liberado del otro, era encontrarme con todo su esplendor. Pero también ...