Follada por el primo de mi ex y su amiguito - Relatos Eróticos

Follada por el primo de mi ex y su amiguito

... provocación, si bien no pensaba en tener sexo con ellos, quería saber hasta qué punto llegaríamos, al intentar seducirlos.

A pesar de lo que había dicho la noche anterior, no me hicieron ningún tipo de comentario, se limitaron a mirar y por supuesto, debieron haberse estimulado bastante. Después de meternos en el mar, me acosté sobre una de las lonas a tomar sol, que sin decir nada, me quité el sostén quedando mis tetas a la vista de estos jóvenes, que solo se dedicaron a observar.

El sol estaba fuerte, deseaba tener el cuerpo muy bronceado, así que, a pesar de la intensidad del calor, permanecí acostada, intentando soportarlo, evidentemente me extralimité en el tiempo de exposición, cuando decidí regresar a la cabaña, los chicos ya estaban en ella.

Apenas me vieron, me comentaron que estaba bastante colorada, que podía ser problemático, solo les comenté:

“No se preocupen, chicos, estoy acostumbrada” Decidí darme una ducha, que aplaco bastante mi ardor, pero por un breve tiempo. Almorzamos con unas gaseosas, emparedados y algo de fruta. Apenas terminamos me fui a acostar, los chicos se encargaron de arreglar un poco el lugar, despertándome como a las dos o tres horas después, sintiendo que mi cabeza parecía estallar, mareos y el cuerpo que parecía una caldera.

Al verme se preocuparon por mi estado, preguntándome si necesitaba algo, respondiéndoles:

“Estoy bien, no se preocupen, ya se me pasara, no quisiese arruinar estas vacaciones” Aunque al rato no me ...

... mantenía en pie, a pesar de mi negación me llevaron a la cama, uno de ellos dijo:

“Estas al rojo vivo Sofi, llamemos al médico”

“No, no al médico no, no creo sea necesario. Vayan a alguna farmacia que les venda algo para la quemadura de sol y algunos calmantes”

Corrieron los chicos a buscar lo que les pedí, regresando a la media hora, diciendo:

“Nos dijo el farmacéutico que te quites la ropa, y te pasemos este ungüento”

Mi estado, me impedía pensar demasiado, sentía algo de aprensión desnudarme ante esos chicos, pero aparentemente, carecía de otra salida, me fui quitando lo poco que tenia de prendas, quedándome con solo mis bragas, cuando uno de ellos, me dice:

“Todo, los roces de tus prendas pueden llagar tu piel, eso fue lo que nos dijo”. No sé si sería cierto o no, pero carecía de ánimos para discutir u oponerme, solo me verían desnuda, no creo que quisiesen violarme. Así que me las saque, ante la vista de estos chicos, que no tardaron en untar mi piel con ese bálsamo, tocando cada centímetro de mi afectada epidermis, tratando de mantenerla hidratada. Al incorporar esa crema a mi cuerpo, sentí un gran alivio, que fue calmando mi estado febril, me dieron a tomar un par de analgésicos quedándome dormida al rato. Cerca de medianoche me despertaron para reiterar con el tratamiento, aparentemente estaba algo mejor, diciéndoles que no hacía falta, pero dijeron que había que repetirlo cada 6 o 7 horas.

No sé si por mi leve mejoría, sentí que esta vez había una ...