Follada por el primo de mi ex y su amiguito - Relatos Eróticos

Follada por el primo de mi ex y su amiguito

... de hacer carne asada.

La noche estaba espectacular, después de cenar continuamos tomando cerveza, Luis había comprado vodka, que, a pesar de tomar poco, estaba algo ebria, bailamos donde hubo cierto toqueteo con los chicos.

Sumado a haber tenido un orgasmo inconcluso, varios días sin tener sexo, la bebida y además estaba comenzando a ovular, no podía negar mi estado de conmoción. Los besos me fueron incitando rápidamente, acostándome sobre un amplio sofá, comenzaron a desabrochar mi vestido, besando, lamiendo y hasta mordiendo mis carnes, apoderándose de mis tetas, succionando de mis alterados pezones, tocando mi sexo a través de las bragas.

Me fui entregando nuevamente a los chicos, ayudándolos a desnudarse, hasta hacer aparecer sus erguidas vergas, distinguiendo que la de Santi, era bastante más desarrollada que la de su amigo.

Si bien no hubo, al principio el frenesí, de la vez anterior, gradualmente fueron caldeando mi cuerpo, hasta ir doblegándome a las intenciones de los chicos. Percibir que cuatro manos avasallan tu cuerpo, parecía duplicar mi excitación, donde esos cuerpos mayores al mío, me manipulaban fácilmente, atacando mis partes más sensibles y perceptivas, hasta quitar mis bragas.

Ya desnuda, me giraron sobre el sofá, acariciando mi culo, separando mis glúteos y hasta oprimir mi esfínter con el dedo, cuando me dicen:

“Esperamos que no te enojes” Riéndome de su ocurrencia, continuando con ese toqueteo anal. Cuando nos decidimos ir al ...

... dormitorio, uniendo las dos camas de los chicos para disfrutar en una superficie mayor.

Me entregué al libre albedrío, donde mientras uno me follaba por la vagina, el otro metía su verga en mi boca, ese juego comenzó a sublevarme, al punto que a continuación de eso, puse la cabeza sobre la cama, elevando bien mi culo, que rápidamente volvió a ser acosado, pero esta vez un dedo fue introducido en mi ano, friccionando las paredes de mi interior.

Con esa posición, parecía determinar que estaba ofreciendo mi culo, algo que no era habitué a realizarlo, pero en ese momento de total frenesí lo estaba proponiendo, cuando Santi fue el primero en acatar esa sugerencia, que con algo de temor dejé que fuese el primero. Dejé que procediese, permitiendo que la punta de su glande se apoyase en la puerta de mi intimidad, empujando, tratando de penetrarla, con algo de molestia por ambas partes, aunque ese contacto me enardecía bastante. Cuando separa mis cachetes, escupiendo en mí ano con el fin de introducir su verga, que, con esa escueta lubricación, pudo empotrar algo, apenas se movía, su pecho pegado a mi espalda, y su boca, mordiendo mi lóbulo, para terminar, diciéndome:

“Voy a llenarte de lechita, quieres”

Asiento con la cabeza, comenzándose a mover de una manera vertiginosa e instigadora, en un ágil bombeo, hasta sentir que su falo, estaba totalmente cobijado por mi recto. Sintiendo como que si me partiese, y hasta sentir oprimir mis órganos.

Las palpitaciones de su verga, se ...