1. A pesar de sus insultos, terminó cogiéndome


    Fecha: 11/06/2025, Categorías: Gays Autor: Cintia, Fuente: TodoRelatos

    ... eso solucionamos el problema”
    
    “¿Si, te parece?
    
    “Está bien, tocado si eso te hace feliz”
    
    Y así lo hizo, tocándomelo bastante, dentro de todo, no me agradaba demasiado, pero si eso solucionaba el problema, adelante. De ahí en más, pasaba, nos saludábamos, a veces hacíamos algún comentario, pero por suerte todo marchaba bien.
    
    Una tarde salía de lo de mi amigo y estaba en la puerta, me saluda y me para, diciéndome:
    
    “Escúchame, ven un momento, que quiero decirte algo” Lo mire sorprendido, diciéndole:
    
    “Está bien, decime”
    
    “Déjate tocar el culito”
    
    “Pero ya lo hicimos, y llegamos a un acuerdo”
    
    “Un poquito, no seas malo, no va a pasar nada” Que, a pesar de mi negativa, comenzó a ponerse denso. Eso me llevo a sentir como una morbosidad, que sin pensarlo demasiado accedí, a su intención.
    
    Me arrincono contra el portón del taller aflojo el cinturón, metiendo su mano por atrás, hasta tocar mi piel.
    
    “No así no, reclame”
    
    “Tranquilo no pasa nada, un ratito solamente”
    
    Creo que me ofusque por lo que me estaba haciendo, pero su mano acariciando la piel de mis glúteos, me altero un poco, que apenas duro un par de minutos. Despidiéndose amigablemente
    
    Mientras caminaba regreso a mi casa, pensaba en lo que había sucedido, que en realidad no era nada deshonesto, pero si bien no lo reconocía en ese momento, presentí una perturbación. Días después lo vuelvo a encontrar en otro lado, me para, diciéndome:
    
    “El otro día te gusto que te tocase, tu rico ...
    ... culito”
    
    “No, para nada, a vos te gusto tocarlo”
    
    “Por supuesto que sí, si quieres lo repetimos”
    
    “No gracias” Saludándolo siguiendo mi camino, que a pesar de no haber habido contacto, volví a sentir algo.
    
    Algo me empujo a pasar más asiduamente por el taller, a veces lo veía otras no, pero me extraño que no me parase, solo algún saludo y algún comentario. Hasta que una noche al verlo me detuve a charlar, estuvimos un buen rato, algo extraño, pero en determinado momento me dice:
    
    “Viniste a que te tocase el culito”
    
    “No para nada” Riéndome, tomando sus palabras como un chiste.
    
    “No me mientas, creo conocerte” Tomándome de un brazo metiéndome en el taller, cerrando el portón, me puse algo nervioso, pero no intente escapar, mientras desabrochaba el cinturón, bajando el pantalón y los calzoncillos, sintiendo su mano oprimir mis glúteos, tocando mi verga que comenzó a pararse mi pija. Delatándose mi estado de excitación, bajándose sus pantalones, tomando mi mano llevándola a su verga que estaba bien parada, que no podía ver por la oscuridad, pero percibía que no era chica, donde relacioné, y comprendí sobre su apodo.
    
    “Tranquilo, hazme la paja mientras te toco, y después te vas” No sé si era una propuesta razonable, pero comencé a masturbarlo, mientras me abrazaba, metiendo su dedo en mi culo, al sentir que se iba profundizando, mi excitación se acrecentó, sin llegar a comprender, porque llegaba a ese estado, agitando apasionadamente su pija.
    
    Sentí que me chupaba el ...
«1234...7»