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Follando con cuatro sementales
Fecha: 11/07/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lorena, Fuente: TodoRelatos
... echaron su semen que cayo completamente en el interior de mi boca. Me tragué todo el semen y luego les mostré mi boca vacía aun saboreando. Comenzó entonces una follada durísima, Javier me embestía con mucha por el coño. Yo estaba muy excitada y chillé como un animal en celo. Frente mío se puso Pedro y me puse a comerle la polla. Yo sabía al ver su cara que no iba a aguantar mucho. El muy bruto entonces me sujeto la cabeza y me hizo un poco de garganta profunda. Después comenzó a soltar su semen en mi boca, el cual gustosamente tragué. Yo tampoco tardé mucho en correrme fruto de las embestidas de Javier. Me retorcí en la cama gimiendo mientras él sujetaba con fuerza mi culo. Podíamos haber terminado aquí, pero gracias a que él todavía no se había corrido, seguimos follando. Me coloqué ahora encima del chaval, y llevé su polla a mi coño, que estaba totalmente empapado de flujos. Tras saltar un poco sobre él eché el cuerpo hacia delante y abrí mi culo con las manos. Su hermano Vicente rápidamente ...
... entendió lo que quería, y su polla que estaba algo flácida se puso dura de repente. Empezó así una doble penetración de locura. Al poco tiempo Vicente no aguantó más y comenzó a vaciar su semen dentro de mi culo, agarrando mis caderas con mucha fuerza. También se corrió dentro de mí su hermano. Me quedé en la cama, satisfecha y con una sonrisa de oreja a oreja. El semen salía de mis agujeros y los hombres se fueron al salón. Yo estaba completamente agotada pero muy feliz. Dormí un par de horas y me levanté. Eran las cinco de la mañana y los hombres dormían. Me di un baño busqué mi ropa y me vestí. Con el ruido se levantó Pedro. Me hizo un café cargado y llamo un taxi para que me llevase a casa. A ellos les tocaría poner todo en orden antes de que por la tarde regresara su esposa. Al llegar a casa me desvestí y metí a la cama para reponer fuerzas. El coño y el culo me ardían y las mandíbulas me dolían de tanto mamar pollas. Pero estabas feliz por la maravillosa jornada que había tenido con cuatro sementales.