1. Vacaciones Inolvidables 5


    Fecha: 14/07/2025, Categorías: Hetero Incesto Infidelidad Autor: Riseva, Fuente: SexoSinTabues30

    ... éso –
    
    – No es lo mismo, además de que eras muy chica –
    
    – Pero después fui creciendo –
    
    – Mira, todavía eres muy chica y aún si fueras grande, mayor de 18 años, tampoco podrías –
    
    – Porqué no ? –
    
    – A la mamá no le gustaría, además de que tu también querrías hacer el amor conmigo –
    
    – Tu crees que ella se molestaría, si ya soy adulta? –
    
    – Si, ahora tengo incesto contigo además de serle infiel, te imaginas teniendo sexo con las dos en la misma cama y al mismo tiempo? –
    
    – Sí, los amo a los dos y los dos me aman o no? –
    
    Pasó por mi mente la imagen de cómo sería los 3 desnudos en la cama. La borré de inmediato, no podía ser.
    
    – Vamos a acostarnos – dejando la botella en la mesa de centro y levantándome. Ella hizo lo mismo, me abrazó y nos besamos. Durante todo el tiempo que conversamos tomando cerveza, ella no dejó de acariciar me erección. Ahora, pegada a mi sentía, su calor, su perfume, su pubis pegado a mi.
    
    En el dormitorio comenzamos a desnudarnos uno al otro, un beso llegaba al lugar donde había estado la prenda. Finalmente sentada en la cama me sacó los boxers, me besó y chupó con muchas ganas. La empujé de los hombros hacia atrás y me arrodillé entre sus piernas, lamí y chupé su exquisita vulva. Una vulva inchada por el deseo, caliente y suave, un aroma delicioso y su sabor exquisito. Sentía que le gustaba por sus quejidos y movimientos pelviscos.
    
    – Espera papi, yo también quiero chupártelo –
    
    Nos acostamos ...
    ... uno para arriba y el otro para abajo, le chupé todo, hasta hacerla gemir.
    
    – Papi, lo quiero, lo quiero adentro mio – dijo como una súplica. Me di vuelta, abrí sus piernas y la penetré a fondo.
    
    – Ay, papi – dijo abriendo los ojos y levantando su pelvis.
    
    Lenta pero firme era cada estocada a fondo, sus grandes ojos me miraban fijamente mientras su boca dejaba escapar un quejido suave del fondo de su garganta. La vi retocerce y gemir, palpitar y estremecerse hasta quedar rendida sobre la cama.
    
    – Papi…te amo! – dijo dando vuelta la cara hacia mi con una sonrisa en los ojos.
    
    – Yo también te amo hija – empujando mi verga dura ya que no la había sacado ni había acabado.
    
    – Quieres ir al bañó? –
    
    – No, no te muevas quiero quedarme así un rato.
    
    Después comenzó moverse, a empujarme con su pelvis, acompañe el movimiento, sentía su vagina apretando mi erección, el calor de su mirada, el quejido que dejaban escapar sus labios entreabiertos, los mismos que besaba de tanto en tanto, pasaba mi lengua entre sus labios húmedos y ella chupaba mi lengua.
    
    No sé cuánto duró esa noche, sólo que al despertar vi a mi hija con su trasero pegado a mí. El sol que entraba por entre los visillos de la ventana, daba en su pelo castaño, arrancando brillos dorados.
    
    – Te amo hija – le dije al oído, dándole un beso en su hombro, apretándola conta mi con mi mano en su estómago.
    
    – Hola papi – dijo tomando mi mano del estómago y poniéndola en su pecho. 
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